Por lo menos una vez a la semana en mi casa se come pasta, así que como supondréis intento hacer platos lo más variado posible para no repetirme siempre con una clásica boloñesa. Estos días me ha tocado probar una receta deliciosa, tallarines con langostinos y salsa de vodka, suaves, ligeros y con el sabor a marisco que los hace especiales.
La combinación del vodka y el limón en la salsa marida genial con los langostinos, que en esta ocasión los he dejado con parte de su cola para que queden más vistosos. También podéis hacer una versión más económica usando pequeñas gambitas peladas congeladas, aunque he de deciros que se encuentran langostinos de buen tamaño y a buen precio para esta receta, y que le aportan mucho más sabor al plato que las anteriores.
Comenzaremos hirviendo abundante agua con sal para cocer los tallarines según las instrucciones del fabricante. Una vez cocidos los escurrimos y mezclamos con la salsa que iremos preparando al mismo tiempo.
Mientras que se cuece la pasta vamos preparando la salsa. Para ello en una sartén echamos el aceite de oliva, añadimos los dientes de ajo picaditos y los langostinos sin cabeza, pero dejándoles la parte final de la cáscara de la cola si nos gusta, sino pues totalmente pelados. Saltear durante tres minutos. Retirar de la sartén.
En el mismo recipiente añadir la nata líquida para cocinar, el vodka y el zumo de limón y cocinar a fuego lento durante cinco minutos. Volver los langostinos a la salsa, salpimentar y servir rápidamente junto con los tallarines espolvoreados con perejil fresco.
Con qué acompañar los tallarines con langostinos y salsa de vodka
Los tallarines con langostinos y salsa de vodka deben de servirse bien calientes y como todos los platos de pasta lo más rápidamente posible para que ésta no quede pegajosa. La salsa a pesar de llevar una bebida fuerte como el vodka, resulta suave y muy sabrosa, por lo que es un plato ideal tanto para una comida ligera como para una cena.