En ocasiones, durante una época del año, nos apetece disminuir el consumo de platos de carne y procuramos incrementar los platos con mariscos y pescados de temporada en nuestro menú. En esta línea, hoy vamos a preparar unas almejas gallegas con cachelos, una receta reconfortante para disfrutar que está tan rica, que la prepararéis a menudo a lo largo del año.
Reconozco que este no es un plato económico, ya que las patatas gallegas y las almejas de Galicia son mucho más caras que las patatas comunes o las almejas de cultivo o las económicas chirlas, al menos cuando vives en fuera de la Comunidad de Galicia.
Sin embargo, de vez en cuando merece la pena darse una alegría y convertir este plato humilde en un plato especial, para la alegría de nuestras familias. Además, como es un plato que cunde mucho, aunque algunos ingredientes tengan un coste un poco mayor, sigue siendo un plato accesible para todos los bolsillos. Si no queda a buen precio, también podemos hacer esta otra receta de guiso de patatas con chirlas y gambones, cuyo coste será bastante menor.
Comenzamos abriendo las almejas, tras haberlas tenido en remojo en agua con un poco de sal para evitar la desagradable arena. Una vez limpias, las ponemos en una cacerola con un dedo de agua y ponemos el fuego al máximo. Vamos retirando las almejas según se abren reservándolas para el final de esta preparación. Una vez hemos abierto todas las almejas, colamos bien el caldo que habremos obtenido pasándolo por una estameña o un colador de filtro y empezamos con la preparación del sofrito, la base que dará sabor de este plato.
Picamos bien todos los ingredientes en brunoise y los ponemos a sudar en una sartén con un poco de aceite, añadiendo un pellizco de sal para que se pochen bien. Al principio, soltarán agua pero una vez se vaya consumiendo obtendremos unas hortalizas en su punto tras unos 15 minutos a fuego medio.
Es el momento de incorporar los cachelos de patatas gallegas, cortados en trozos irregulares desgarrando la patata al terminar de dar cada corte, para que el caldito quede luego bien trabado. Los rehogamos ligeramente con el sofrito y añadimos el caldo de abrir las almejas, reforzado con 50 ml de vino blanco, y si fuera necesario, un poco más de agua para cubrir las patatas.
Esperamos a que las patatas estén bien tiernas tras una cocción de unos 18 minutos, y cuando veamos que al pincharlas se deshacen como si fueran de mantequilla, reincorporamos las almejas que habíamos reservado, espolvoreamos con perejil y dejamos que el conjunto de un hervor. Apagamos, dejamos reposar cinco minutos y servimos inmediatamente.
Con qué acompañar las almejas gallegas con cachelos
Las almejas gallegas con cachelos son una buena opción para cuando nos apetece un plato caliente de cuchara, de los que reconfortan en estos días de frío invierno. Acompañadas con un vino blanco de vuestro gusto, no necesitaréis más para disfrutar de una receta tradicional, ideal para entrar en calor y reconfortarnos. De postre os recomendamos unas tartitas individuales de freson con curd de naranja que redondearán el menú.