Gambas cocidas, la receta más sencilla y los tiempos de cocción para que te queden jugosas y se pelen bien

Las gambas cocidas son una delicia y es muy frecuente sacar una buena fuente de este delicioso crustáceo cuando nos reunimos en familia. Hoy queremos contaros cómo cocer gambas, indicando los tiempos de cocción necesarios para que os queden muy jugosas y que se pelen bien.

Ya os contamos cómo cocer langostinos y hoy hacemos la misma operación con las gambas. Además os indicamos cómo proceder tanto si utilizáis producto fresco como si optáis por comprar marisco congelado. Haciendo bien el proceso, las gambas están buenísimas, tanto solas como con un poco de salsa rosa casera.

Lo más importante es conseguir el punto exacto de cocción, y no sobrepasarlo nunca. Por ello, es importante cronometrar de manera exacta el tiempo que las gambas están en el agua hirviendo, y así mismo, cortar la cocción inmediatamente sumergiéndolas en un recipiente con agua y con hielo para que queden como hayamos decidido. Os lo contamos con detalle a continuación:

Cómo cocer gambas en casa

A la hora de comprar, es fácil encontrar este producto ya cocido en los supermercados, pero merece la pena hacer el proceso en casa por dos razones. Primero, por precio, ya que normalmente cobran igual las gambas frescas que las cocidas y no tiene mucho sentido pagar por el agua el precio del marisco. Segundo, por calidad, ya que las gambas cocidas en casa estarán muy frescas y recién cocidas, mientras que las que encontremos ya cocidas pueden llevar más tiempo.

Obviamente, debemos comprar las gambas que más nos gusten, o dicho de otra manera, las mejores que nos podamos permitir según las circunstancias de cada uno. Hay distintas variedades de gambas, y yo os recomiendo para comer cocidas, las gambas blancas o las gambas rosadas, dejando las gambas rojas para plancha, ajillo y otras elaboraciones, (aunque también están deliciosas cocidas).

Si optáis por gambas congeladas, es importante hacer bien el proceso del descongelado de manera lenta, dentro de la nevera, para después, al día siguiente, proceder a cocerlas como si fueran frescas. Si tenéis prisa, ya os contamos cómo hacer para cocerlas directamente desde congeladas sin descongelarlas previamente, sometiéndolas a un pequeño choque térmico.

Tiempos y formas de cocción

Para cocer bien las gambas es recomendable hacerlo en pequeñas tandas de diez o doce unidades, para que la temperatura del agua no baje demasiado. Ponemos una cacerola amplia con dos litros de agua y 60 g de sal y la llevamos a ebullición. Así las gambas pueden cocerse cómodamente sin chocar unas con otras.

Cuando el agua esté cociendo, podemos proceder de dos formas o técnicas:

  • Apagar el fuego, meter las gambas y dejarlas dentro tapando la cacerola con su tapadera. O bien,
  • Bajar el fuego al mínimo, meter las gambas y cocerlas dentro destapadas.

Ambos métodos dan un resultado similar. Yo suelo usar el segundo porque así, puedo seguir haciendo otra tanda y otra sin tener que volver a elevar la temperatura del agua, manteniendo una leve cocción.

En cuanto a los tiempos de cocción, mi recomendación es contar exactamente un minuto y medio desde que metemos las gambas frescas, procediendo a continuación a sacarlas rápidamente del agua para que no se sobrecocinen.

Obviamente, hay que tener en cuenta el calibre de las gambas ya que no será lo mismo cocer unas gambas arroceras pequeñitas que unas gambas de calibre grande que necesitarán un poco más de tiempo (pero muy poco más). En cuanto al tipo de gambas, el tiempo de cocción es muy similar entre gamba blanca, gamba roja o gamba alistada.

Si usáis gambas congeladas, y no las habéis descongelado, podéis meterlas en el agua hirviendo y contar tres minutos y medio o cuatro minutos desde que el agua vuelva a hervir dependiendo del tamaño de las gambas. No serán exactamente iguales que las frescas, pero estarán bien ricas. Si las habéis descongelado previamente, dadles los mismos minuto y medio a dos minutos como hacemos con las frescas.

Cortar la cocción

En el momento que sacamos las gambas, es importante disponer de un cuenco grande o bol con agua salada y con hielo para sumergir ahí las gambas para que no se sigan cocinando con su propio calor remanente. Cinco minutos en el baño y ya las podemos sacar y escurrir, sirviéndolas inmediátamente o cubriéndolas con una gasa mojada y dejándolas en la nevera hasta el momento de su consumo.

Por otro lado, también están deliciosas templadas, según salen de la cocción, -a la manera portuguesa- y en ese caso, solo enfriaríamos en hielo las que no nos vayamos a comer en el momento.

Últimas recomendaciones

Es preferible quedarse cortos de cocción que pasarnos. Recuerda que las gambas se pueden comer incluso crudas, como en esta receta de carpaccio de gambas y otras elaboraciones, así que con una pequeña cocción de un minuto y medio a dos minutos es más que suficiente.

Las gambas que se cuecen de más se pelan peor, la cáscara se agarra a la carne y no se separa con facilidad. Por eso, no debes obviar el proceso de enfriado de las gambas en el bol con hielo, ya que es fundamental para evitar la sobrecocción.

Para gambas cocidas, elige las mejores gambas y si hay alguna más fea o aplastada, déjala aparte y úsala en alguna receta de caldo de pescado o marisco, prepara unas gambas al ajillo o utilízala en un revuelto de ajetes.

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