Hoy quiero explicaros cómo hacer merluza a la romana, para que os quede en su punto, jugosa, bien frita, nada grasienta con la técnica de la fritura perfecta. Se trata de una receta ideal para cenar, sobre todo si la acompañáis de una ensalada de lechuga para completar este plato de pescado con uno de nuestros ingredientes favoritos: la merluza.
Con unas buenas rodajas de merluza de la zona cerrada -la situada tras el cogote de merluza- y un rebozado clásico de harina y huevo, podéis hacer un plato que siempre gusta a todos, grandes y pequeños y que resulta ligero y saludable.
Normalmente, hablamos de un plato a la romana cuando utilizamos la técnica de pasar un alimento por harina y huevo, antes de freírlo. A este procedimiento o técnica, también se le denomina rebozado o albardado. Es muy popular a la hora de preparar los calamares a la romana, tan típicos en el popular bocadillo de calamares de Madrid.
En el caso de la merluza a la romana, suele denominarse así a este plato cuando se hace con rodajas, como ahora os explicamos, y se llaman delicias de merluza, cuando se hace la misma técnica de rebozado a la romana con pequeños trozos o lomos de merluza. También podemos rebozar así los medallones de merluza, incluso preparar unas ricas y suculentas cocochas de merluza rebozadas.
Para facilitar las labores en la cocina, preparamos una fila con los ingredientes listos. El pescado sazonado con sal, un plato con los huevos y otro con la harina. Mientras preparamos todo, ponemos una sartén con aceite a calentar para que esté listo cuando comencemos a freír. Respecto al aceite, en las frituras de pescado podéis utilizar indistintamente girasol o aceite de oliva virgen extra, según vuestras preferencias.
Pasamos las rodajas de merluza por harina y retiramos el exceso, de forma que queden ligeramente cubiertas. Batimos los huevos y de una en una, vamos pasando las tajadas por el huevo batido y dejándolas en la sartén para que comiencen a freírse.
Dejamos freír las rodajas de merluza unos 3 a 4 minutos por cada lado, retirando con el tenedor las barbas de huevo que puedan surgir al echar el pescado en la sartén. Así evitamos que se peguen, que hagan espumas o que se ennegrezca el aceite.
Sacamos las rodajas de pescado cuando tienen un bonito color dorado y las escurrimos en papel absorbente de cocina para retirar el poco aceite que puedan tener, y las servimos sobre una cama de lechuga bien lavada y aliñada a nuestro gusto.
Con qué acompañar la merluza a la romana
Podéis servir las rodajas de merluza a la romana con un poco de ensalada como guarnición. Aunque yo no suelo añadir zumo de limón, a muchas personas les gusta por lo que podéis servir la merluza a la romana con unos gajos listos para exprimir. También es habitual servir un alguna de mayonesa o con un poco de salsa rosa.
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