El pescado al horno con patatas es un clásico del repertorio de mi madre que suelo copiarle en mi casa, aunque a veces no viene mal darle un giro a la receta para prepararla de un modo algo especial, como en este rodaballo gratinado al horno con patatas.
Tenía filetes limpios de rodaballo en casa y me apetecía preparar un plato reconfortante sin ser muy complicado. Al preparar las patatas y la cebolla bien finas podemos cocinar todos los ingredientes al mismo tiempo en la misma fuente, y el resultado es delicioso. Puede prepararse con otro pescado blanco, como merluza o rape.
Precalentar el horno a 200º C y engrasar una fuente con un poco de aceite. Lavar y pelar las patatas. Cortar en rodajas finitas, de menos de medio centímetro de grosor. Pelar y cortar la cebolla en tiras finas. Trocear el pescado en tacos.
Forrar el fondo de la fuente con una capa de patatas. Salpimentar y distribuir encima 3/4 de la cebolla. Colocar el rodaballo, salpimentar y cubrir con el resto de la cebolla. Terminar con una capa de patatas.
Salpimentar y cubrir con la nata ligera. Colocar sobre una rejilla en la parte baja del horno. Hornear durante unos 55-60 minutos, bajando la temperatura a 180º C pasados 10 minutos. Servir con un golpe más de pimienta negra recién molida y perejil fresco picado.
Con qué acompañar el rodaballo gratinado
Lo ideal es dejar reposar unos minutos el rodaballo gratinado al horno con patatas tras apagar el horno, para que se asienten bien los sabores y no corramos riesgos de quemarnos. Es un plato único saciante y completo, que podemos acompañar de una ensalada o crema ligera de verduras como primer plato para redondear el menú.