Esta receta de guisillo de pescado me recuerda a mi Tía María, porque era de sus comidas cotidianas. Compraba un jurel y se guisaba para varios días. Claro está que los tiempos han cambiado y, ahora no hay la escasez de entonces, sin embargo sigue siendo una receta muy versátil pensada para aprovechar recortes.
En este caso un recorte de salmón, un puñado de almejas y otro de gambas van a ser los que den su carácter a este reconfortante y marinero guiso.
Los ingredientes
Un recorte de salmón ( u otro pescado), ¼ de almejas, ¼ de gambas arroceras, 1 guindilla, 2 dientes de ajo, 1 cebolla, 1 pimiento verde, un tomate maduro, un par de patatas hermosas, 1 copa de vino blanco, perejil, AOVE y sal.
La preparación del guisillo de pescado
Limpiamos las gambas y el salmón dejando solo la carne de ambos, con el resto y un par de litros de agua, hacemos un caldo, cociéndolo 10 minutos, con una rama de perejil, un chorreón de AOVE y sal.
Hacemos un sofrito en una cazuela con un chorreón de AOVE, dorando la guindilla, el pimiento troceado muy menudo, los ajos también troceados y la cebolla de igual manera. Una vez todo pochado, añadimos las almejas, tapamos y, 2 minutos más tarde, cuando se hayan abierto, las sacamos a un plato aparte.
Agregamos al sofrito el perejil picado y el tomate rallado, damos unas vueltas, regamos con el vino, 1 minuto y añadimos las patatas a trozos de a bocado, damos un meneo y regamos con el caldo de pescado, previamente colado. Dejamos hacer 12 minutos. Rectificamos de sal, añadimos el salmón, 2 minutos, agregamos las almejas y las gambas, 1 minuto y a comer.
Tiempo de elaboración | 30 minutos Dificultad | Media
La degustación
Esta receta de guisillo de pescado se come con cuchara. Mi tía María lo comía directamente en la cazuelilla de porcelana en la que lo guisaba, con su cuchara de madera, sentada en la mesa camilla, arropada con las nagüillas de punto, viendo pasar las horas tras los vetustos postigos de la ventana de su cocina. ¡Como olía aquella vieja cocina!
Vaya, nostalgias aparte, recetas así están pensadas para aprovechar esa punta de pescada que sobra, los recortes de algún calamar o esos pescados que a menudo encontramos en la pescadería a un precio estupendo. Un pimiento, una cebolla y una patatica y no hace falta más. Si no hay patatas se le pone arroz, o unos fideos…el caso es comer caliente.
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