Hoy vamos a preparar una receta de calamares encebollados con tomate picante y además os contaré el truco para que cuando los hagáis en casa, también os queden tiernos de verdad y con un sabor estupendo. En la próxima visita a la pescadería, acordaos de comprar este ingrediente que os va a alegrar mucho, y así podréis aplicarlo también a unos calamares en salsa americana, por ejemplo.
Merece la pena comprar un buen calamar nacional, especialmente en verano cuando suelen estar a buen precio. También podríamos hacer la receta con chipirones, o utilizar calamares patagónicos o del Índico, que son más baratos, pero creedme que vale la pena comprar producto nacional.
Con cuatro calamares medianos que en total pesaban 600g antes de limpiarlos, sale una ración abundante. Teniendo en cuenta que la vamos a servir con una guarnición de arroz basmati, es un plato que cunde mucho, por lo que no merece la pena escatimar en el ingrediente principal. Además todo lo vamos a cocinar en una sola sartén grande, tipo wok, por lo que no mancharemos apenas.
Picamos la cebolla en juliana y la ponemos en una sartén amplia a que se cocine con un poco de aceite de oliva virgen extra. No tenemos intención de llegar a caramelizar la cebolla, pero sí irla tostando ligeramente y dejarla bien blandita. Mientras se hace durante unos 15 minutos, empezamos con los calamares. Como ya os contamos al explicar cómo limpiar los calamares para su uso en la cocina, retiramos su pluma interior y las tripas, recortamos la bolsa de tinta y el pico y cortamos los calamares a nuestro gusto. Para esta receta los he dividido en 4 partes, ya que eran calamares medianos y he dejado los tentáculos aparte.
Cuando la cebolla esté en su punto, añadimos los calamares y mezclamos, dejando que el guiso se vaya haciendo. Cuando los calamares lleven siete minutos aproximadamente, agregamos una buena cucharada de tomate frito, y mezclamos bien. Añadimos entonces un buen chorreón de vino oloroso de Jerez o brandy si lo preferimos y dejamos que evapore el alcohol. Añadimos unos copos de guindilla picante y dejamos que el conjunto se cocine durante unos 20 minutos.
Removemos y si vemos que nos falta líquido, añadimos un poco más de vino, o medio vaso de agua y dejamos cocinar y reducir la salsa durante otros 15 minutos. Esta cocción prolongada, hace que los calamares queden bien tiernos ya que tienen dos puntos de cocción, uno para plancha o cocciones breves y otro tras una larga exposición al calor, mientras que si los cocinamos solamente unos minutos, suelen quedar duros o correosos.
Finalmente, apagamos el fuego dejando reposar un par de minutos antes de servirlos, decorando con un poco de perejil picado o de cilantro si lo preferís. Están tan ricos que os aseguro que no se os van a olvidar nunca.
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Con qué acompañar los calamares encebollados con salsa de tomate picante
Para acompañar esta receta de calamares encebollados, he preparado un arroz basmati ideal como guarnición, ya que además contrasta muy bien con el ligero toque picante que tiene la salsa de tomate, siendo un plato excelente para una cena de plato único.
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