El encuentro con esta receta de calabaza fue algo así como amor a primera vista, pues la cremosa textura y sugerente combinación de ingredientes y aromas era demasiado tentadora. Es un plato muy fácil de preparar y fácilmente personalizable al gusto o con lo que tengamos en casa, y tiene también la ventaja de su versatilidad a la hora de servirla.
Como explica su ator, el chef suizo Richi Kägi, se trata una elaboración otoñal estupenda para servir de guarnición de carnes y pescados, pero también es perfecta como aperitivo para mojar, primer plato o cena informal vegetariana, quizá acompañada con una ensalada de temporada. Además está buenísima tanto recién hecha, caliente, como dejándola reposar en la nevera para tomarla más fresca. En lugar de asar los tomates, hemos usado tomates secos en aceite que teníamos en la nevera, otra bomba de sabor.
Ingredientes
- Calabaza ya pelada y despepitada 800 g
- Chile rojo fresco (guindilla) 1
- Cilantro fresco un buen manojo
- Mantequilla (opcional) 20 g
- Aceite de oliva virgen extra 40 ml
- Salsa de soja baja en sal, o tamari 30 ml
- Miel 30 ml
- Jengibre fresco 1 cucharadita rallado y pelado
- Tomate seco en aceite 3
- Burrata italiana (queso) 1
- Pimienta negra molida
- Canela en rama (opcional) 1
- Hoja de curry o 1 laurel (opcional) 2
- Sal
Cómo hacer calabaza
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 30 m
Pelar, cortar y trocear la calabaza en cubos, sin semillas ni filamentos. Se deben obtener unos 800 g. Cocer con un poco de agua salada, sin cubrirla, y la canela en rama y el curry o laurel opcional, hasta que esté tierna pero firme. Escurrir y desechar las especias.
Lavar y picar el cilantro y la guindilla. Pelar y rallar fino el jengibre (cantidad al gusto). Derretir la mantequilla en una cazuela y mezclar con el aceite. Añadir la calabaza y machacarla hasta formar una especie de puré grueso con tropezones.
Incorporar todos los demás ingredientes salvo la burrata y los tomates. Cocer ligeramente todo junto unos minutos, removiendo y machacando un poco más. Ajustar de sal y pimienta y llevar a una fuente. Servir con los tomates picados y la burrata desmenuzada encima. Aderezar con más cilantro, pimienta o aceite al gusto.
Con qué acompañar la calabaza cremosa
Ya hemos comentado que esta receta de calabaza es estupenda como guarnición de un buen asado de carne o de pescado a la plancha, también de recetas vegetarianas con legumbres aromáticas. Con buen pan o picos y regañás, una ensalada y poco más, tendríamos una cena ligera pero saciante para cualquier día de la semana.
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