La salsa agridulce es quizás la salsa oriental más conocida. Aunque casi nunca la he comido igual en todos los restaurantes asiáticos que he comido, y seguramente por ese motivo me he aventurado a hacer mi propia receta de salsa agridulce, un poco guiado por recetas y un poco por intuición propia.
Los ingredientes para unos 300 ml de salsa.
200 ml de agua o caldo de pollo, 15 gr de maizena, 20 gr de azúcar, 20 gr de miel, 60 gr de zumo de naranja, 30 gr de zumo de limón, 15 gr de vinagre de soja, 30 gr de vinagre de jerez, 30 gr de cebolleta, 60 gr de ketchup.
La elaboración.
La elaboración es muy sencilla ya que todos los ingredientes se pesan y mezclan para luego cocinarlos a fuego lento hasta que espesen.
En un bol ponemos el agua o caldo de pollo frío y le añadimos la maizena. Mezclamos y eliminamos cualquier grumo que haya quedado. Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos bien.
Por último añadimos la cebolleta bien picada. También podemos añadir zanahoria, pimiento rojo unos brotes de soja, etc. Todo picado bien fino. Todo es cuestión de imaginación.
Ponemos a fuego medio y dejamos hervir durante unos 5 minutos o hasta que espese.
La degustación.
La salsa agridulce es una salsa que nos sirve para consumirla con el producto principal ya terminado o bien nos sirve para cocinar el producto. La diferencia fundamental será que al cocinar producto con la salsa tendremos que utilizar la salsa sin cocinar, para que espese junto con la cocción del ingrediente que se trate.
Podemos servirla fría al centro de la mesa para que los comensales se sirvan o caliente como integrante del plato.
En Directo al Paladar | Pechugas de pollo en salsa agridulce