Sin menospreciar en absoluto las virtudes de nuestro magnífico aceite de oliva virgen extra, la mantequilla también se merece recuperar el sitio que le corresponde como maravilla gastronómica y culinaria. Cada producto tiene su lugar, aunque no imaginábamos que una sencilla salsa de tomate con mantequilla podría convertirse en una de nuestras últimas recetas favoritas.
La preparación es tremendamente sencilla y solo requiere dejar los ingredientes en una cazuela en cocción suave durante algo menos de una hora, con un mínimo trabajo por nuestra parte. Podemos usar tomates naturales cuando tengamos producto de buena calidad para aprovechar pero, sinceramente, es mucho más cómodo emplear la hortaliza en conserva.
Por supuesto, como en tantas recetas simples, la calidad de la materia prima marcará la diferncia, así que merece la pena elegir un tomate en conserva de confianza y buena mantequilla decente, sin que tampoco haga falta tirar la casa por la ventana. Con productos básicos de despensa se consigue una salsa deliciosa de sabor casero que quedará de lujo en multitud de platos.
Ingredientes
- Tomates en conserva natural (troceado o entero, pelado) 800 g
- Mantequilla con o sin sal 70 g
- Cebolla pelada 1
- Diente de ajo pelados (opcional) 2
- Tomate concentrado (opcional) 15 ml
- Sal al gusto (según el tipo de mantequilla)
Cómo hacer salsa de tomate con mantequilla
- Tiempo total 55 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 50 m
Disponer el tomate en conserva en una cazuela o en una olla más ancha que alta, mejor si es de fondo grueso. Se puede usar troceado o entero, sin piel, echando todos los jugos de las latas.
Añadir la mantequilla troceada. Incorporar la cebolla pelada cortada por la mitad. los ajos enteros pelados y la cucharada de tomate concentrado. Agregar un poco de sal (menos cantidad si la mantequilla es salada) y encender el fuego a potencia media.
Esperar a que se derrita por completo la mantequilla, mezclando suavemente. Llevar a ebullición, bajar el fuego y mantener la cocción suave durante unos 45-50 minutos. Remover de vez en cuando y machacar los tomates con la espátula o cucharón.
Retirar con cuidado las dos mitades de cebolla y los ajos. Probar y ajustar de sal. Cocer un poco más si se prefiere más reducida y concentrada.
Con qué acompañar la salsa de tomate y mantequilla
En la fuente original de esta receta nos recomiendan servir la salsa de tomate con ñoquis, pero será un buen acompañamiento de cualquier pasta que nos guste, y solo tendremos que coronarla con buen queso rallado y aderezarla con algo de orégano o albahaca. Es una salsa estupenda también para tomar con arroz a la cubana, albóndigas de carne o vegetarianas, o para acompañar unas patatas fritas caseras. Se puede congelar sin problemas.
En Directo al Paladar | Tallarines o espaguetis con salsa de tomate y espinacas: receta en una sola olla para ahorrarnos complicaciones
En Directo al Paladar | Pasta con salsa de mantequilla, ajo y tomates secos, la receta más fácil y rápida (que es una explosión de sabor)
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios