La acelga es un ingrediente que genera amor y odio a partes iguales, quizás por su sabor terroso, o por su ligero amargor. Por eso hoy vamos a enseñaros a preparar una receta muy sencilla para que de una vez por todas os animéis a disfrutar con esta verdura: una crema de acelgas que será uno de los platos favoritos para la hora de la cena.
Las cremas o purés de verduras, son platos baratos, fáciles de hacer y cunden mucho por lo que son siempre una buena opción para las familias. Como ya os enseñamos con la crema de brócoli, o más recientemente con la crema de lentejas, para hacer este tipo de recetas solemos preparar una base con cebolla o puerro y patata, añadimos el ingrediente principal y procedemos a la cocción, para después triturar y dar textura.
En este caso, para disfrutar del color verde intenso de estas acelgas, no hemos utilizado nata líquida o crema de leche, por lo que la textura la hemos conseguido gracias a la patata y controlando la cantidad de líquido que vamos a usar, antes de triturar. Si queréis añadir nata, el sabor será más suave y el color de la crema, será mas claro. Lo dejo a vuestro gusto.
Ingredientes
- Acelgas 350 g
- Patata pequeña 1
- Cebolla pequeña 1
- Agua aproximadamente 1 l
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra para rehogar los ingredientes, aproximadamente 3 cucharadas soperas
Cómo hacer crema de acelgas
- Tiempo total 25 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 15 m
Cortamos las acelgas, separando las pencas y troceando las hojas. En una cacerola alta, rehogamos con tres cucharadas de aceite de oliva las pencas de las acelgas, una cebolla cortada en trozos y una patata pelada y cortada en trozos pequeños. Cuando lo tenemos rehogado, agregamos un litro de agua y llevamos a ebullición.
Cuando el agua esté hirviendo, añadimos las hojas de las acelgas, -no os preocupéis que en seguida bajan de volumen-, y dejamos que cuezan durante quince minutos aproximadamente. Sacamos la mitad del caldo de cocción, que nos vale perfectamente como caldo de verduras para otras elaboraciones, y lo podemos guardar en el congelador, y procedemos a triturar las acelgas con el caldo restante con ayuda de la batidora de mano.
Probamos y rectificamos de sal y servimos en plato hondo decorando con un salteado de espárragos trigueros y jamón, ajos tiernos con bacon o con unos picatostes de pan, según nuestras preferencias y las del resto de comensales para que todos disfruten de esta estupenda crema.
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Con qué acompañar la crema de acelgas
En todas las cremas y purés, nos encanta poner algún ingrediente con textura crujiente para dar vistosidad al plato y aportar contrastes. En el caso de la crema de acelgas, hemos decorado cada plato con una cucharada de un salteado de tiras de bacon y espárragos, pero si preferís una versión vegetariana, podéis sustituir el bacon por cebolla frita crujiente o poner simplemente unos picatostes de pan.
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