Hace años que preparo esta crema de remolacha y hasta hoy no se me había ocurrido compartirla con vosotros. Es una receta ideal para solucionar un primer plato o un almuerzo ligero en cinco minutos y con tan solo tres ingredientes: remolacha cocida, caldo de verduras y nata líquida.
La preparo a lo largo de todo el año. Cuando hace calor, la sirvo fría o del tiempo, y cuando hace frío, calentita para entonar el cuerpo. Es la mar de versátil y, con un poquito de mano para las presentaciones, la podemos emplatar bien bonita. No se necesita mucho para conseguir que entre por los ojos.
Esta versión básica se puede enriquecer de muchas maneras y convertir en el entrante perfecto para un menú de fiesta. Probad con un toque de comino u otras especias, con semillas, cebolla frita crujiente o picatostes como toppings, con espuma de queso de cabra, etc. ¡Dejad volar vuestra imaginación!
Esta receta no requiere de cocción previa, pues la remolacha y el caldo que usamos están listos para consumir. Solo tenemos que trocear la remolacha e introducirla en el vaso de una batidora o de un robot. Cuidado con lo mucho que mancha, si no queréis tener los dedos rojos todo el día lo mejor es que uséis guantes.
Añadimos entonces la mitad del caldo de verduras y trituramos. Después agregamos la nata líquida y trituramos de nuevo. Terminamos incorporando el resto del caldo, poco a poco, hasta obtener el espesor deseado. Si la queremos servir caliente le damos un toque al fuego o en el microondas y listo.
Con qué acompañar la crema exprés de remolacha
Según el tamaño de las raciones podemos servir esta crema exprés de remolacha como entrante de un menú completo o por sí sola para un almuerzo o cena reconfortante. La podemos coronar con complementos crujientes que sumen más nutrientes, como frutos secos y semillas, o huevo cocido o también escalfado.
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