Con ingredientes que todos tenemos en la cocina, esta receta de cuchara viene perfecta para cerrar la noche en los días de invierno
En México las temperaturas han descendido bastante, tanto, que ya va siendo hora no sólo de pensar en el menú para la Navidad, sino que también es momento de modificar nuestras preparaciones para disfrutar de recetas que nos ayuden a sobrellevar este nuevo clima, por ello, para la hora de la cena apostamos por un clásico atemporal de la cocina española: una tradicional receta de sopa de ajo que siempre apetece en los días más fríos de invierno.
También llamada sopa castellana, estas sopas de ajo tan sencillas no tienen apenas misterio. Aunque tengan el apellido de castellana, esta receta de la abuela se consume también en otras partes de España siendo muy popular en la cocina extremeña, en la cocina andaluza y en la cocina valenciana.
Esta receta no sólo es un acierto para aquellas que quieren cocinar con pocos ingredientes, sino que también es una preparación de aprovechamiento: a costa del pan duro, este tipo de sopa castellana se enriquece también con ajo que es el protagonista de la preparación, y a veces también con un poquito de cebolla, pero eso es en el menor de los casos.
Cómo hacer sopa de ajo, la clásica sopa castellana
En una cazuela amplia freímos las rebanadas de pan en aceite hasta que estén dorados y reservamos. En la misma cazuela sofreímos el chorizo desmigado y el jamón picado, reservamos para después.
Laminamos cuatro dientes de ajo y sofreímos a fuego suave por 2 a 3 minutos. Agregamos las carnes y una cucharada de pimentón dulce, sofreímos por 30 segundos e incorporamos medio litro de caldo de pollo o de res.
Por último, añadir el pan frito y cocemos a fuego bajo unos 10 minutos hasta que se hidrate completamente. Probamos y rectificamos de sal.
Antes de servir, agregamos dos huevos, fritos o pochados, según tu elección, y cocinamos dos minutos más para llevar caliente a la mesa.
Con qué acompañar la sopa de ajo castellana tradicional
Aunque sea una sopa, la contundencia de una sopa de ajo o una sopa castellana le permite ser un plato único bastante contundente. En algunos casos, se puede acompañar de algún aperitivo fácil y rápido o de una ensalada para aligerar el bocado, pero una contundente sopa de ajo es un plato principal perfecto para cualquier día frío.
La sopa de ajo era un plato de subsistencia, humilde, que normalmente no llevaba ningún tipo de proteína animal, solo en los últimos tiempos se ha ido añadiendo jamón y/o chorizo, que le dan contundencia al plato. Así hacemos en esta receta, pero siempre se puede veganizar quitando las chacinas y sustituyendo el caldo de pollo o caldo de carne por un caldo vegetal.
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