Con la bajada de temperaturas ya apetece entonar el cuerpo con platos de cuchara más calentitos
Ha sido un verano largo de cremas y sopas frías acompañadas de muchas ensaladas. Y aunque no renunciaremos a ellas a lo largo de todo el año, el cuerpo ya pedía volver al cuchareo más humeante que tanto reconforta especialmente por las noches, cuando se notan cada vez más la bajada de temperaturas.
Antes de complicarnos con recetas más elaboradas o exóticas, nada como volver a la infancia con clásicos de la cocina casera. Y si la sopa de pollo de toda la vida, con su caldo casero y sus fideos, no tardará en caer, para las primeras cenas del otoño prefiero una sencilla sopa huertana.
Repleta de verduras troceadas y completada con una pieza de proteína que tengamos por casa, es una sopa facilísima que se puede ir variando sobre la marcha o aprovechando los ingredientes que haya en la nevera. A las clásicas hortalizas de zanahoria, nabo, puerro, cebolla, patata y espinacas, me gusta añadir también calabaza, boniato, chirivía, colinabo, repollo, apio... prácticamente todo le va bien.
Y aunque la punta de jamón es un clásico en este tipo de sopas tan españolas, soy más defensora de aprovechar sobras de pollo asado o de añadir una pechuga cocida, carne desmenuzada de algún muslo... y si no hay carne, se apaña un plato muy nutritivo simplemente con huevos cocidos o escalfados en el propio caldo.
Añades unos picatostes o incluso garbanzos crujientes como complemento, o una ración de buen pan, y ya tienes la cena perfecta que te arregla cualquier día de la semana.
En DAP | Caldo de verduras
En DAP | Sopa de fideos
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios