Este arroz con cosas es la opción fácil y barata para iniciarte en el mundo del curry de verduras sin complicarte la vida

Si a estas alturas de la semana se te está haciendo bola pensar en comer arroz, no empieces a lamentarte de antemano. Es cierto que puede haber recetas de arroces muy manidas, pero también es cierto que hablamos de uno de los ingredientes más universales que existen.

Por eso, aunque no lo creas, hay decenas de opciones cotidianas para salir del clásico arroz con pollo o de no ponerte manos a la obra con una paella valenciana en un martes cualquiera de marzo.

Razón por la que hoy te traemos este curry estilo thai donde el protagonista es el arroz, pero también unos sutiles toques vegetales a costa del boniato, de los cacahuetes y de las espinacas, que nos permite resolver un platazo fácil y rápido sin complicarnos en la cocina.

Cocinado a dos bandas, este plato es mucho más sencillo de lo que parece y, además, puedes reemplazar a voluntad el boniato si no te gustara. Otra alternativa es que utilicemos calabaza o zanahoria.

Lo único que debemos hacer es preparar un arroz basmati por un lado, mientras que por el otro preparamos el curry de verduras. En este caso, pochamos una cebolla cortada en juliana y cuando esté cocinada agregamos el boniato troceado en porciones de bocado, la crema de cacahuete y la pasta de curry rojo, integrando todo bien para luego cubrir con leche de coco y agua.

Dejamos que todo cueza hasta que el boniato esté tierno. En ese momento incorporamos unas hojas de espinaca lavadas y permitimos que se cocinen otros cinco minutos. Pasado ese tiempo solo tendremos que exprimir el zumo de una lima y distribuir a voluntad sobre nuestro arroz basmati ya cocido, dejando que los sabores del Sudeste asiático se mezclen a la perfección entre el arroz y las verduras y haciendo que este arroz con cosas nos temple cuerpo y alma.

Al gusto, evidentemente, podéis elegir otro tipo de pasta de curry en función de lo potente o aromática que queráis. Nosotros, si no estáis muy familiarizados con el mundo del curry, os recomendamos empezar por versiones más ligeras como el curry Massaman —o Matsaman—, una variedad aromática y no muy picante, para luego ir aumentando la intensidad.

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