¿Conoces el morbiflette? Se trata de una variedad del tartiflette, un pastel típico de la región francesa de Saboya que se elabora con patata, panceta y queso reblochon. La diferencia entre uno y otro se encuentra en el queso, siendo el morbier el protagonista de la criatura que hoy nos trae por aquí.
El queso morbier se produce en el Franco-Condado y se reconoce fácilmente por la capa negra de cenizas que separan la pasta horizontalmente. Se elabora exclusivamente con leche de vaca, es tremendamente fundente y tiene un olor a heno fresco que resulta muy peculiar.
Como ya he dicho, el morbiflette se hace de manera similar al tartiflette. En la receta de hoy solo cambia el queso, aunque hay quienes sustituyen la panceta por un tipo de salchicha típico de la misma región que el queso morbier. Nos reservamos la idea para la próxima vez que caiga. Porque caerá.
Cortamos la panceta en tiras. Pelamos y cortamos las cebollas en juliana, es decir, en tiras finas. Calentamos un fondo de aceite en una sartén y sofreímos la cebolla y la panceta durante unos seis o siete minutos, a fuego medio-bajo, hasta que quede translúcida.
Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol a fuego fuerte antes de incorporar la crème fraîche y las patatas (cocidas, peladas y laminadas). Salpimentamos, removemos bien y reservamos.
Cortamos el queso morbier en lonchas gruesas. Engrasamos ligeramente, con un poco de aceite, una fuente amplia y apta para horno. Colocamos la mitad de la mezcla de patata-cebolla-panceta en la base y cubrimos con la mitad del queso. Repetimos la operación.
Introducimos la fuente en el horno, precalentado a 160ºC con calor arriba y abajo, y cocemos unos 20-30 minutos, hasta que el queso se derrita y comience a dorarse ligeramente. Retiramos del horno y dejamos reposar unos minutos antes de servir.
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Con qué acompañar el morbiflette
Como mejor está el morbiflette es recién salido del horno y después de unos minutos de reposo. Al llevar panceta es un plato bastante completo, por lo que una ensalada verde puede ser un buen acompañamiento o alguna otra elaboración ligera. Una pieza de fruta para rematar la faena y comida finiquitada.
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