Si ya nos gustan los calabacines a la parrilla estilo mediterráneo, esta versión con un toque especial de sabor umami estaba destinada a ganarse nuestros corazones. Es un plato perfecto para hacer en verano y aprovechar la temporada final de las variedades estivales de esta hortaliza, pero que sin duda también repetiremos el resto del año.
La receta es tan fácil como mezclar los ingredientes de la salsa, cortar los calabacines, glasearlos y cocinarlos en pocos minutos sobre una plancha bien caliente, parrilla o, incluso, sobre brasas o dentro del horno. Puedes experimentar con las proporciones de ingredientes del glaseado y añadir o quitar elementos, por ejemplo usando una pasta de miso distinta o añadiendo algún toque más picante.
Recuerda que es mejor elegir calabacines de tamaño medio tirando a pequeño, más sabrosos y con una textura más agradable, perfectos además para este tipo de recetas donde vamos a cocinarlos sin despiezarlos. Nos tienen que quedan muy tiernos y jugosos por dentro, pero manteniendo un toque crujiente en su textura. Y están ricos tanto recién hechos, bien calientes, como si se dejan enfriar o incluso sacados de la nevera, dejando que se atemperen un poco a temperatura ambiente.
Mezclar en un cuenco el miso con la salsa de soja, el vinagre de arroz -o manzana o sidra-, la miel y un chorrito de zumo de lima. Agregar 1/2 cucharada de agua para rebajar un poco la textura.
Lavar los calabacines, cortar por la mitad longitudinal y practicar cortes en rejilla procurando que el cuchillo penetre bien, pero sin atravesar la parte de atrás de la verdura. Pincelar con aceite y luego con el glaseado, sin usarlo del todo, dejando que penetre en el interior de los cortes.
Calentar a fuego medio-fuerte una plancha antiadherente, pintar con aceite cuando esté muy caliente y poner los calabacines con los cortes hacia abajo, presionando con una espátula para que se doren y tuesten bien los dos primeros minutos. Dejar en total 2-4 minutos o hasta que estén muy dorados y caramelizados, vigilando que no se quemen.
Dar la vuelta con cuidado, añadir un chorrito de agua a la sartén, tapar y dejar cocinar unos 3-5 minutos más, bajando la potencia de fuego, hasta que estén tiernos o al gusto. Retirar, pintar con el resto del glaseado y servir con hierbas frescas picadas al gusto, sésamo tostado y ralladura de la otra lima.
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Con qué acompañar el calabacín
Para un almuerzo o cena ligera podemos simplemente acompañar este calabacín al miso con alguna de nuestras ensaladas favoritas, tomate aliñado, algo de rúcula o de hojas verdes, unos rabanitos frescos, etc. Para convertirlos en un plato más completo podemos añadir una porción de arroz blanco y proteínas como huevos escalfados o cocinados como más nos gusten, tofu a la plancha, unas pechugas de pollo o cualquier pescado de temporada. También harían buena pareja con una ensalada de legumbres.
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