Las ollas de cocción lenta, con las famosas Crock-Pot a la cabeza, son bien conocidas por sus virtutes a la hora de cocinar durante horas guisos suculentos, carnes tiernas o legumbres sin prisas. Pero este aparato también es perfecto para platos mucho más simples y ligeros, como la típica crema de calabacín que tanto apetece en las cenas de otoño e invierno.
Es tan sencillo como echar todos los ingredientes a la olla, tapar y programar el tiempo que deseemos. Las verduras para cremas se pueden cocinar en temperatura alta o baja, lo que nos permite jugar con las horas según nuestro horario. Al cocinarse lentamente, el calabacín queda muy sabroso, creando un caldo concentrado y aromático que se transforma en una textura sedosa al triturarlo.
La receta que presentamos es simple, pero totalmente personalizable. No hemos añadido más vegetales que cebolla y ajo, y tampoco hemos agregado ningún lácteo, salvo a la hora de servir. Sí es recomendable emplear un caldo de verduras casero o de buena calidad, y no echar demasiado. Siempre se puede corregir después.
Ingredientes
- Cebolla blanca 1
- Diente de ajo 2
- Calabacín 1 kg
- Aceite de oliva virgen extra y un poco más para servir 30 ml
- Cilantro molido o comino, 1 cucharadita
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida al gusto
- Caldo de verduras (aproximadamente) 250 ml
Cómo hacer crema de calabacín en olla de cocción lenta
- Tiempo total 2 h 45 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 2 h 30 m
Lavar y secar los calabacines. Cortar los extremos si se desea, sin desperdiciar mucha verdura, o dejarlos tal cual si están en buen estado. Cortar en rodajas y estas en medias lunas. Picar la cebolla y los dientes de ajo, retirando el germen si se prefiere más suave.
Añadir todo a la cazuela de la olla de cocción lenta. Salpimentar, regar con el aceite y añadir el cilantro o comino molido, o las especias que se deseen. Remover, añadir caldo sin cubrir las verduras, tapar y programar 2 horas y 30 minutos en potencia alta. Otra opción es usar la potencia baja y programar unas 4 horas.
Una vez listo, triturar con la batidora de brazo o usando un robot de cocina potente. Probar y corregir de sal y pimienta . Añadir más caldo si se desea más líquida. Servir con un poco de buen aceite de oliva y la guarnición al gusto.
Con qué acompañar la crema de calabacín
El tamaño de las raciones puede variar mucho según queramos convertirla en un plato único para cenar, o un primero o entrante en cualquier menú más completo. La guarnición admite muchas opciones: zaatar, un buen queso (parmesano o manchego rallado, feta, rulo de cabra, cottage...), yogur o crema espesa, un chorrito de nata o leche de coco, picatostes, cebolla frita, jamón picado, etc. Acompañada de huevos, por ejemplo en tortilla o escalfados, tendremos una cena bien saludable y nutritiva.
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