Cómo mejorar tus ensaladas caseras con un truco de chef sin añadir más ingredientes

Las ensaladas son quizá los platos más sencillos de preparar y también los que más fácilmente se pueden estropear si no se respetan algunos principios básicos, como no atiborrarlos de ingredientes a lo loco. Pero si lo que buscas es lograr resultados dignos de los mejores restaurantes, donde las ensaladas brillan igual que el mejor plato de la carta, solo tenemos que aplicar el mismo truco que sus profesionales.

No se trata de añadir ingredientes lujosos o enriquecer con algún aderezo secreto especial, si bien está claro que la calidad y frescura de los ingredientes es fundamental para lograr una ensalada deliciosa y pintona. Con esa frescura está precisamente vinculado el truco que puede marcar la diferencia, ya que en este tipo de platos es imprescindible mantener la textura de los ingredientes.

Si ya sabemos que muchas cocinas profesionales calientan los platos y cuencos antes de servir la comida, e incluso hay hornos domésticos que incorporan esta función con un compartimento especial, parece lógico aplicar también la técnica al contrario, enfriando la vajilla de las ensaladas.

Sea invierno o verano, si disponemos los ingredientes de una ensalada en una fuente o plato previamente enfriado, se mantendrá fresca y crujiente durante más tiempo incluso después de añadir el aliño o salsa. Es un truco que funciona especialmente bien con las ensaladas que tienen hojas verdes y vegetales similares crudos como base, como lechugas, rúcula, repollo, col, zanahoria o endivias, pero aplicable a todas.

La forma de aplicar el truco en casa es bien sencilla: solo hay que introducir los platos, fuentes o cuencos donde vayamos a servir la ensalada al menos 20 minutos antes en la nevera. Podemos dejarlos incluso más tiempo, sobre todo en verano, mejor si es en la parte más fría del frigorífico.

El frío del recipiente se transmitirá a los ingredientes de la ensalada, conservando su textura crujiente y mejorando también el aspecto fresco lozano y el sabor. Y ayudará a que se mantenga en mejores condiciones si la ensalada va a estar un rato largo esperando sobre la mesa.

Fotos | Freepik/timolina

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