Esta comida callejera italiana, sabrosa y fácil, es mi receta favorita con calabacín

Esta comida callejera italiana, sabrosa y fácil, es mi receta favorita con calabacín
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El calabacín es una de las verduras más populares del verano, pero también una de las que más nos cuesta incorporar en distintas recetas. Si tienes familia con huerto probablemente estés ya hasta el gorro de la hortaliza, pero hoy venimos con una nueva receta para que salgas de la crema de calabacín y el pisto manchego. Hoy os proponemos cocinar unos exquisitas albóndigas de calabacín, al estilo italiano.

Aunque los polpette di zucchine se traducen literalmente como “albóndigas de calabacín”, realmente estamos ante una fritura, mucho más cerca de lo que nosotros llamaríamos un buñuelo.

Es este un clásico de la comida callejera italiana que, en los últimos años, se ha popularizado sobre todo por ser una forma muy sencilla de ofrecer verdura a los niños: aunque estos buñuelos están formados en su mayoría de calabacín, quedan crujientes y saben bastante a queso, por lo que les encanta.

Además, la receta, no tiene ningún misterio. La clave reside en rallar el calabacín y retirar el máximo de agua posible a la verdura, lo que nos asegurará que los buñuelos queden bien crujientes. Para ello debemos cubrirlos con un paño y aplastarlos.

Hecho esto, basta mezclar el calabacín con queso ricotta, queso parmesano o grana padano rallados, pan rallado, algunas especias secas al gusto, como tomillo, orégano o albahaca, huevo batido, sal y pimienta negra al gusto. Mezclamos todos los ingredientes hasta lograr una masa homogénea, hacemos las albóndigas, las pasamos por harina (o, mejor, sémola de trigo) y los freímos en aceite bien caliente –nosotros hemos usado de orujo de oliva, que es la que mejor aguanta temperaturas elevadas–.

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Los buñuelos se pueden conservar en la nevera o el congelador antes de freírlos, pero una vez fritos lo ideal es disfrutarlos bien calientes, en cuanto podamos metérnoslos en la boca sin quemarnos. En Italia se toman sin ninguna salsa, pero están buenísimos con una salsa de yogur o una salsa tártara. ¡Bon profit!

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