Una receta para cualquier amante de las galletas. Quedan crujientes, con un color doradito y con mucho sabor a limón. Al rallar el limón, tener en cuenta de utilizar solo la parte amarilla. ¡La parte blanca es muy amarga! De no tener limón, con lima, quedarán igual de ricas.
Estas son unas galletitas de limón, ideales para tener en un bote o lata en la cocina para sacarnos del paso en una merienda o un desayuno. De buen aporte nutricional, por la harina de legumbres y avena, concentran proteína vegetal y fibra dietética. En el caso, de no tener harina de garbanzos, se puede utilizar solo harina integral por ejemplo.
Una de mis cosas favoritas de esta receta es que lleva aceite, en lugar de mantequilla para la masa, siendo entonces veganas. Esta receta en definitiva es perfecta para principiantes. Como cualquier receta de galletas, son mejores si se comen frescas del día. Las galletas que sobran deben guardarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente.
Encender el horno a 180 ºC.
En un cuenco, mezclar los ingredientes secos: la harina de garbanzos, la avena molida, la harina integral, el coco rallado, la levadura química y la ralladura de limón. Integrar. Agregar luego los líquidos: el aceite de girasol, el zumo de limón, la estevia, la esencia de vainilla y el agua. Sumar una pizca de sal para que realce el sabor. Con ayuda de una cuchara de madera mezclar y terminar de integrar todo con la mano.
Con las manos o una cucharada, formar 16 bolas con la masa y acomodar en una bandeja para el horno con papel de cocina o silpat. Aplanar cada bola con un tenedor untado en harina o levemente húmedo.
Cocinar por 10 minutos hasta que estén ligeramente doradas en la base. Dejar las galletas en la bandeja durante un minuto y transferir a una rejilla para enfriar antes de servir, así tendrán más cuerpo.
Caja de metal hermética para galletas con asa, color blanco
Con qué acompañar las galletas de limón con harina de garbanzos y avena
Estas galletas de limón, además de ser veganas y ricas en fibra, se pueden acompañar de un café Espresso o un café con leche, un té chai o un vaso de leche de almendras sola. Antes de guardar, dejar que se enfríen completamente sobre una rejilla antes de pasarlas a un bote hermético en un lugar fresco y seco.
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