Estas tentadoras galletas son veganas, sí, pero de saludables tienen poco. Más nutritivas que muchas de las industriales, pues es posible, pero no vamos a justificar su calidad nutricional con excusas: son galletas dulces. Y están buenísimas. Tienen la apariencia de cookies americanas, pero son más crujientes, menos grasientas y menos empalagosas de lo que suelen ser las galletas estadounidenses.
Hemos seguido las indicaciones de la británica Benjamina Ebuehi para prepararlas, reduciendo solo un pelín la cantidad de azúcar para no perder demasiado ese factor crujiente, que es como más nos gustan en casa. La textura final dependerá también del tamaño, la forma y el tiempo de horneado, así que recomendamos hornear una sola galleta de prueba primero y hacer los ajustes necesarios a nuestro gusto.
Batir con batidora de varillas o a mano en un recipiente los azúcares con el aceite, el agua, la mantequilla de cacahuete y la vainilla. Añadir todos los demás ingredientes salvo el chocolate, combinar groseramente e incorporar finalmente este.
Mezclar hasta tener una masa homogénea, tapar con film y dejar en la nevera al menos dos horas, mejor si es toda la noche en días de más calor. A la hora de hornear, precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo y preparar un par de bandejas con papel de hornear.
Tomar porciones del tamaño de una nuez o pelota de ping pong (o del tamaño que se prefiera), formar bolitas y repartir en las bandejas dejando sitio entre ellas. Si se nos pegan, engrasar las manos con algo de aceite.
Aplanarlas un poco con la mano o una espátula para darles forma de disco si las queremos más crujientes. Si las dejamos hechas bolitas estarán más tiernas en el centro. Hornear durante unos 10-15 minutos, dependiendo de su tamaño y del tipo de horno. Esperar un poco fuera del horno antes de pasarlas a una rejilla.
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Con qué acompañar las galletas veganas con chips de chocolate
Un vaso de bebida de almendras o en su versión veraniega de horchata de almendras va de fábula con estas dulces galletas, estupendas para zambullir en el líquido y dejar que chocolateen ligeramente la bebida. Si nos apetece algo más calentito, nuestro café con leche favorito o una infusión serán el acompañamiento perfecto.
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