Me gusta tanto la calabaza que siempre tengo varias rondando por casa. Temo quedarme sin reservas y a veces acumulo demasiadas, así que procuro variar mis recetas clásicas probando platos nuevos. No sé por qué tardé tanto en hacer esta lasaña de calabaza asada y queso de cabra, pero después de probarla la primera vez se ha ganado un puesto en mi repertorio de confianza.
Necesitaremos aproximadamente 600 g de puré de calabaza cocinado, así que recomiendo asar una o dos piezas para aprovechar y guardar lo que sobre para otras recetas. Podríamos añadir algunas verduras de hoja verde a las capas de esta lasaña, o eliminar su definición vegetariana agregando bacon, salchicha o algún otro ingrediente cárnico, pero con esta receta básica ya tendremos un plato delicioso y reconfortante.
Empezaremos asando la calabaza, tarea que podemos hacer el día antes. Precalentar el horno a 200ºC, partir la calabaza longitudinalmente y sacar las semillas. Cubrir con papel de aluminio o de hornear una bandeja, añadir un poco de agua y colocar la calabaza boca abajo. Asar hasta que la carne esté muy tierna. Desechar la piel y llevar a una fuente, chafándola bien. Mezclar con el aceite de oliva, la mostaza, ajo granulado, orégano y tomillo al gusto. Salpimentar, mezclar bien y reservar.
Preparar una bechamel ligera que no salga demasiado espesa. Precalentar el horno a 220ºC y seguir las instrucciones del fabricante de la pasta, por si necesitáramos cocer o hidratar previamente las láminas de lasaña.
Poner una capa fina de bechamel en el fondo de la fuente que vayamos a emplear y colocar encima una capa de pasta. Empezar a alternar capas, repartiendo primero la calabaza, regando después con bechamel y añadiendo queso de cabra desmenuzado. Montar tres o cuatro capas de pasta más, según nos cundan los ingredientes. También dependerá del tamaño de la pasta y del recipiente que usemos.
Terminar con una capa de pasta, cubrir con bechamel y añadir queso rallado al gusto. Dar un golpe de pimienta y hornear durante unos 25-30 minutos, hasta que la pasta se haya cocido bien y el queso esté fundido y gratinado al gusto. Dejar reposar unos minutos antes de servir con orégano por encima.
Con qué acompañar la lasaña de calabaza
A pesar de que el relleno no es muy contundente, esta lasaña de calabaza con queso de cabra es un plato saciante y muy nutritivo, por lo que servirá como plato único que podemos acompañar de una ensalada ligera. Las sobras aguantan bien en la nevera si se guardan bien unos días, y sigue estando deliciosa recalentada.
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