“Mi obsesión actual son estas patatas machacadas con parmesano”, súper crujientes y deliciosas

Afortunadamente aún existen recetas virales, tiktokers e influencers que comparten recetas que sí merecen la pena. Y damos fe de ello con las patatas crujientísimas que la estadounidense Dina Borshch ha compartido en sus redes afirmando que son su "obsesión actual", porque hemos probado la misma técnica muchas veces en casa y, sí, quedan deliciosísimas.

Lo descubrimos por primera vez hace ya años con nuestras primeras patatas machacadas, facilísimas de preparar y absolutamente adictivas de comer, un éxito absoluto para cualquier ocasión y que sirven tanto de guarnición como de entrante o picoteo. En nuestra primigenia receta vamos a lo simple con pocos aderezos, pero las patatas se vuelven un lienzo en blanco que admite muchos añadidos para hacerlas aún más irresistibles.

Si las haces por primera vez verás que podrás replicar la elaboración sobre la marcha improvisando, pues son muy sencillas. Partiendo de patatas pequeñas, tipo baby o de guarnición, de piel fina, no hay más que cocerlas en agua con sal hasta que se puedan atravesar con un palillo o cuchillo y después colocarlas escurridas en una fuente de horno, mientras este se precalienta a 220ºC.

Engrasa todo bien con aceite de oliva y chafa cada patata con un tenedor o aplástalas directamente con la base de un tarro de vidrio limpio, según el tamaño que tengan. Rociadas solo con aceite, sal, pimienta y especias, ya quedan buenísimas, pero puedes ir más allá imitando a Dina coronándolas con una mezcla de mantequilla ablandada, queso parmesano abundante, ajo rallado y sal; aunque más fácil es aderezarlas con aceite de oliva virgen extra, parmesano, ajo granulado y sal al gusto. O puedes probar con el aderezo de los langostinos al horno con mantequilla de ajo.

Ya solo queda hornearlas hasta que las patatas quedan muy doradas y crujientes, gratinadas con el toque de queso y aceite o mantequilla, tostaditas pero siempre vigilando que no se pasen. Tal cual están buenísimas, pero para que sean un aperitivo completo por sí solas se pueden servir con una salsa de yogur ligera, la clásica mayonesa o también un buen guacamole casero.

Merece la pena encender el horno para hacerlas, aunque sin duda quedarían también estupendas en la freidora de aire.

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