Aperitivo típico de la huerta murciana, el nombre de "morcilla" puede despistar un poco. Este plato completamente vegetal recibe su nombre por la semejanza a la carne de dicho embutido; es una receta facilísima, ligera, económica y muy apetecible en los meses de calor.
Las morcillas de cebolla , que son de las más habituales en la tradición huertana de Murcia, se caracterizan por la carne blanda y untable. Esta versión vegana se basa en cocinar la carne de la berenjena de tal forma que termina con una textura muy similar, muy adecuada para servir con tostas o pan.
Lavar y secar bien las berenjenas. Desechar el extremo del tallo y cortar cubos pequeños. Colocar en un recipiente apto para el microondas y cocer unos minutos hasta que empiece a estar blanda. Reservar.
Picar en piezas pequeñas la cebolla. Cubrir el fondo de una cazuela ancha con aceite de oliva y pochar la cebolla a temperatura suave durante unos 15 minutos, hasta que esté transparente.
Incorporar la berenjena y los piñones, regar con un poco de vino y subir el fuego hasta que evapore el alcohol. Cocinar a fuego muy lento durante unos 40 minutos. Añadir el orégano seco antes de servir.
Con qué acompañar la morcilla de verano
La morcilla de verano podemos servirla como tapa o como primer plato, preferiblemente acompañándola de buen pan o de tostas crujientes para crear una tapa sencilla pero deliciosa. Se puede degustar recién hecha o templada a temperatura ambiente, incluso preparándola con antelación, ya que así los sabores tendrán más presencia.
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