No hay mejor manera de definir el musabaha que como "hummus rústico o deconstruido". Se prepara con los mismos ingredientes que el hummus de garbanzos tradicional, es decir, garbanzos, ajo, tahini, aceite de oliva, zumo de limón y comino. Pero este desayuno libanés tiene una gran ventaja: no se tritura y, por ende, es más fácil y rápido de preparar.
Como suele ocurrir con todas las recetas tradicionales, el musabaha se prepara de muchas maneras. Los garbanzos se pueden dejar enteros, machacar ligeramente o mucho, la salsa en la que se sumergen se puede hacer más o menos líquida, con o sin yogur, el uso del comino es opcional,... Todo depende de quien lo haga.
Yo os cuento mi receta: uso comino, que aporta un toque de sabor exquisito, machaco parcialmente los garbanzos para que todo quede más integrado y agrego yogur para potenciar su cremosidad. Por último, fiel a la tradición, lo sirvo caliente o templado, aunque el musabaha sabe bien frío. Más abajo tienes todos los detalles.
Ingredientes
- Tahini 70 g
- Zumo de limón 40 ml
- Sal
- Garbanzos cocidos en conserva (peso escurrido) 250 g
- Aceite de oliva virgen extra
- Diente de ajo 1
- Comino molido 1 cucharadita
- Agua 50 ml
- Yogur griego 2 cucharadas
Cómo hacer musabaha
- Tiempo total 10 m
- Elaboración 10 m
Escurrimos los garbanzos y los lavamos para retirar bien el líquido de la conserva. Reservamos unos pocos para la decoración final y aplastamos el resto con un tenedor, ligeramente y solo para conseguir que quede rústico y desigual (no hace falta hacer un puré).
Pelamos el diente de ajo y lo rallamos. Lo mezclamos en un cuenco amplio con un poco de sal, el zumo de limón y el comino. Añadimos el tahini, el yogur griego y el agua. Mezclamos todo bien hasta obtener una salsa homogénea. Calentamos los garbanzos y los incorporamos a la salsa. Removemos para incorporar y sazonamos al gusto.
Emplatamos y servimos el musahaba caliente o templado, aunque frío también está muy rico. Lo decoramos al gusto. Yo he usado los garbanzos enteros reservados, aceite de oliva virgen extra, escamas de pimentón, piñones tostados y hojas de menta fresca, pero admite mucho más: frutos secos, hierbas frescas, huevo cocido,...al gusto de cada cual.
Con qué acompañar el musabaha
La manera tradicional de disfrutar el musabaha es tal cual, con cuchara y a la hora del desayuno. Se le puede dar contundencia agregando huevo cocido, tomate troceado, frutos secos, hierbas picadas y mucho más. Sin olvidarnos, por supuesto, del tradicional pan de pita que le va de maravilla.
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