La combinación de patatas y puerros salteados es un acompañamiento excepcional que aporta una textura interesante a cualquier plato principal. Las patatas, con su suave sabor y textura cremosa, se complementan perfectamente con la suavidad de los puerros, creando un contraste de sabores y aromas exquisito.
Además, este plato es una opción versátil que puede adaptarse a diferentes estilos de cocina. Ya sea como guarnición para carnes, aves o pescados, o como parte de un plato vegetariano, las patatas y puerros salteados se convierten en un acompañamiento versátil que seguramente sorprenderá y conquistará a todos los que lo prueben.
Comenzar hirviendo las patatas enteras en un cazo con abundante agua, hasta que estén tiernas. Una vez listas, escurrir, reservar y dejar enfriar. Con ayuda de un cuchillo, quitar la piel y cortar en rodajas, cuadrados grandes o cubos pequeños. Tomar el puerro, quitar las primeras hojas y cerciorar de quitar bien la tierra. Cortar a lo largo.
En una sartén, con unas gotas de aceite de oliva, dorar las rodajas de patata vuelta y vuelta, hasta que hagan una costra. Salpimentar. En la misma sartén, llevar a un costado y acomodar las piezas de puerro. Rociar nuevamente con aceite de oliva y cocinar hasta dorar. Unos minutos después, tan solo hay que mezclar las dos verduras juntas. Fuera del fuego terminar con eneldo seco por encima y revolver. Servir con unos hilos de miel para un interesante contraste.
Con qué acompañar la patata con puerro salteados
Esta guarnición de patata con puerro salteados se puede complementar con un poquito de cebolla caramelizada o encurtidos vegetales por encima y rodajas de pan integral. Y por qué no, una copa de vino tinto o blanco para acompañar el momento.
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