La versión italiana de la tortilla admite infinitas variaciones, y esta versión condensa muchos sabores de la cocina mediterránea
Quien tiene huevos y pocos ingredientes más, tiene el almuerzo o la cena asegurada. Solo hay que ponerle algo de imaginación y ganas para que los elementos fructifiquen en un plato sabroso y equilibrado que nos solucione una comida o cena rápida.
Y más que bien combinan los elementos de esta frittata de tomates, feta, olivas negras y piñones, que además queda de lujo acompañada con un poco de salsa pesto, así que es ideal para dar salida a un bote o nuestra preparación casera que nos haya sobrado de otra receta.
Con sabores españoles, griegos e italianos conseguimos una especie de tortilla tan rica como saludable y saciante, que está igual de buena caliente recién hecha como a temperatura ambiente o fría, aunque mejor dejarla atemperar un poco fuera de la nevera antes de comerla. Se puede hacer con antelación o llevar las sobras en táper al día siguiente, o usarla para rellenar un bocadillo.
Solo hay que saltear un poco los cherrys en una sartén o cazuela apta para el horno, añadir huevos batidos, aceitunas negras troceadas sin hueso, queso feta desmenuzado o en dados -o de cabra-, unos piñones y, si queremos, unos daditos de jamón o anchoas. Tras un paso ligero por el fuego, se cuaja unos pocos minutos en el horno, dejando la superficie bien dorada.
Si no tienes pesto puedes servirla con salsa de tomate, algo de mayonesa o un chorrito de aceite de oliva de calidad.
En DAP | Frittata vegana
En DAP | Frittata de espinacas, champiñones portobello y queso manchego
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios