La compañía helvética Planted tiene ya un catálogo muy completo de platos que imitan a la carne usando un proceso de extrusión húmeda
Planted es una empresa suiza especializada en la producción de alternativas vegetales a la carne, pero que más que dirigirse a veganos, quiere convencer a los más carnívoros. Fundada en 2019, la compañía ha procurado darse a conocer con su apuesta por la sostenibilidad, desarrollando productos que imitan la textura y el sabor de la carne, utilizando ingredientes (completamente) vegetales y sin aditivos.
Así, desde su nacimiento, la empresa se enfoca en la sostenibilidad, buscando reducir el impacto ambiental asociado con la producción de carne convencional y también de los productos vegetales alternativos, no siempre muy ecológicos. Al optar por alternativas vegetales, Planted afirma cotnribuir a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de recursos naturales, por lo que apunta en gran medida al consumidor omínvoro que quiera reducir su consumo de carne.
Planted utiliza principalmente proteínas de guisante, arroz y otros ingredientes vegetales, con el objetivo de ofrecer opciones que sean no solo sabrosas, sino también nutritivas, mediante la técnica de la extrusión húmeda.
La intención es preservar la integridad nutricional del producto en cada etapa del proceso de producción. Planted proporciona todos los aminoácidos esenciales. La mejor disponibilidad de proteínas vegetales se obtiene combinando legumbres, semillas y cereales.
Desde "pollo", "cerdo" y otras alternativas, están diseñados para ser versátiles y fáciles de incorporar en diversas recetas, lo que los hace atractivos tanto para veganos como para aquellos que buscan reducir su consumo de carne.
Para lograr su cometido, utilizan extrusoras, es decir, máquinas usadas comúnmente en la industria alimentaria, sobre todo, para la confección de pastas. El método de producción se conoce como extrusión de alta humedad.
Desde su lanzamiento, Planted ha crecido rápidamente y ha ganado reconocimiento en el mercado europeo por su innovación y calidad. Por esto, la empresa invierte en investigación y desarrollo para mejorar sus productos constantemente, asegurándose de que se mantengan competitivos en sabor y textura con respecto a la carne animal.
En su cartera de homólogos, algunos de los más destacados son:
- Chicken: una alternativa al pollo que se puede utilizar en una variedad de platos, desde salteados hasta ensaladas. Disponible en diferentes formatos y sabores: natural, mediterráneo, hierbas y limón, al curry y al "estilo de Jerusalén" con mostaza, cáscara de limón, vinagre de brandy y polvo de rábano picante.
- Kebab: alternativa a la carne para kebabs, fácil de preparar y muy sabrosa.
- Pulled: una opción que simula la carne de cerdo desmechada, ideal para tacos, guisos o ensaladas. Disponible en sabor natural, BBQ (al estilo barbacoa) o a las hierbas.
- Bratwurst: un producto similar a la salchicha y embutidos de origen alemán para asar en la parrilla o freír en una sartén.
- Schnitzel: filete de "carne" empanado y listo para freír o hornear para servir como plato principal o troceado como aperitivo con salsas para untar.
En el primer trimestre de este año, Planted ha lanzado lo que describe como la primera alternativa de bistec fermentado, llamado planted.steak. Siendo este lanzamiento, un punto de inflexión y de cambio para el mercado.
La marca actualmente utiliza extrusión de alta humedad, pero para hacer el filete de vacuno está implementando un proceso de fermentación de estado sólido patentado que dura de 30 a 40 horas. Descritos como "jugosos" y "tiernos", combinan proteína de soja, harina de frijoles y arroz, aceite de colza y una mezcla patentada de cultivos microbianos para crear un producto alto en proteínas.
Por 100 gramos, el bistec contiene 182 calorias, 17 g de proteina, 0,9 g de grasa saturada y 5,8 g de fibra dietética mientras que contiene el 25 % del valor diario recomendado para el hierro y el 72 % para la vitamina B12.
Con más de cinco años en el rubro, Planted ha tenido un notable éxito en varios países europeos, especialmente en Suiza, donde se fundó la empresa. Hoy en día, la empresa trabaja a favor para expandir su presencia en otros mercados europeos, aprovechando la creciente demanda de alternativas vegetales a la carne, en el marco de dietas más sostenibles y saludables, veganas y vegetarianas.
Ponemos a prueba la brocheta de pollo
La brocheta de pollo es un producto refrigerado (no congelado) y envasado al vacío, presentado en las bandejas de plástico reciclable, con un abre fácil en unos de los costados.
El envase pesa 200 g, con dos brochetas pensadas para 1 a 2 personas. Aclara como se debe almacenar sin abrir a un máximo de 5 °C, y consumir en un periodo de 10 días desde la compra. Asimismo se recomienda no volver a congelar.
En el reverso, se desglosa la composición nutricional y los ingredientes en múltiples idiomas. Siendo tan pequeña la letra, debo decir que abruma y entorpece para la lectura. Lo que sí, se destaca claramente es el sello V-Label, que sirve para etiquetar productos y servicios veganos y vegetarianos.
Los ingredientes son: agua, proteínas de guisantes al 24 %, aceite de colza, fibras de guisante, jugo de limón, vinagre de vino blanco, hierbas, especias, sal, almidón de maíz, vitamina B12. Aclara que puede tener trazas de gluten, mostaza, soja y sésamo. A pesar de no tener leche o lactosa, no es aptos para celiacos. Ofrece 20 gr de proteína por porción de 100 gr, 4.0 gr de fibra y 4,3 g de hierro.
Listas para cocinar, la sugerencia de cocción es a la parrilla caliente por un corto tiempo de 3 a 5 minutos como máximo, o bien a la sartén con unas gotas de aceite de oliva. Este fue el método elegido para la degustación.
Al estar adobadas a las finas hierbas, no hay necesidad de agregar sal, pimienta ni ninguna otra especia. El sabor es agradable y placentero y para nada abrumador el condimento herbáceo. Hay una presencia cítrica al limón y un leve picante en el adobo. Intuyo que se completa con ajo en polvo, chile o pimentón picante, albahaca, tomillo, orégano, sal y pimienta. En parte, me recuerda a una salsa chimichurri con más cuerpo.
Es verdad que el marinado ayuda a mantener la humedad y juega a favor de la jugosidad final. Habría que hacer la prueba y comprobar si las tiras originales (aquellas que no están pre-sazonadas) se comportan de la misma manera. Otros pollos veganos que he probado se secaron bastante en la sartén.
A la vista son del tamaño de un bocado, porciones de pollo apiladas, y cada una es lo suficientemente carnosa como para chisporrotear en el pincho sobre la sartén caliente. En contacto con el calor, se hace una costra interesante en cada pieza. Mientras que el marinado de hierbas alcanza una leve caramelización y color dorado. No liberan grasa ni aceite mientras se cocinan.
Este efecto será aún más intenso en la parrilla y en conjunto con el marinado, quedará más sabroso y ahumado. Estoy segura que saben aún mejor junto con otros vegetales a la parrilla como berenjena, tomate, maíz en la mazorca y calabaza. Para un festín veggie a las brasas.
O bien, una ensalada de lechuga, tomate, pepino y aguacate es una guarnición refrescante. Unas patatas al horno es un acompañamiento clásico que siempre gusta. Hasta una porción de guacamole o hummus, son opciones perfectas para untar y complementar el sabor de las brochetas.
A todos los comensales: vegano o vegetariano, hasta flexitariano y carnívoro, los invito encarecidamente a probar estas brochetas de pollo y saborear la magia de Planted. Y si no, por la mera curiosidad y satisfacción de decir "he probado un pollo vegano y me ha gustado".
Imagen | Planted
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