Esta simple receta de peras al roquefort es perfecta para los que aborrecen tener que andar midiendo o pesando cantidades de ingredientes, pues su autor, que no es otro que mi señor padre, siempre la prepara a ojo. Es un plato sencillo pero que sorprende al primer bocado, con una deliciosa combinación de texturas y sabores salados y dulces. Y nos recuerda por qué se recomienda acompañar el queso azul con frutas dulces.
Mi padre aprendió esta elaboración hace muchos años en Suiza, donde es común encontrar conserva de arándanos rojos en cualquier supermercado, no tan dulce como una mermelada. En España aún es difícil, por lo que podemos hacer nuestra propia salsa de arándanos siguiendo esta receta, o podemos usar mermelada de grosella roja. También quedaría bien con una compota o mermelada de otro fruto del bosque, pero que con un punto ácido.
Nosotros usamos peras conferencia de buen tamaño, quedando una ración generosa para tomar como primer plato o acompañar alguna pieza de carne o una ensalada completa. Con peras más pequeñas nos saldrán más unidades que podríamos convertir en un entrante o parte de una comida o cena de picoteo.
Ingredientes
- Hojaldre rectangular 1
- Pera conferencia grande (o 4 pequeñas) duras 2
- Queso Roquefort u otro queso azul 150 g
- Mermelada de arándanos rojos (salsa o compota) aproximadamente 40 ml
- Licor de pera (o kirsch) 20 ml
- Zumo de limón 1
- Yema de huevo 1
Cómo hacer peras en hojaldre al roquefort con arándanos rojos
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 25 m
- Cocción 20 m
Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y preparar una fuente o bandeja grande, forrándola con papel antiadherente si se desea. Lavar y pelar las peras; cortar por la mitad longitudinal y vaciar los corazones con cuidado, dejando un hueco generoso. Rociar con el zumo de limón por todas partes.
Desmenuzar el queso roquefort en un cuenco y añadir la mermelada o compota. Incorporar el licor poco a poco y mezclar todo hasta formar una especie de crema suave, ni muy espesa ni líquida, con grumitos. Probar y ajustar cantidades al gusto. Rellenar todas las peras generosamente.
Estirar el hojaldre en una superficie ligeramente engrasada o enharinada, o usando papel antiadherente; cuidado con dejarlo demasiado fino o podría ser más difícil de manipular. Cortar porciones para envolver cada pera, procurando que no queden huecos abiertos o partes del relleno al descubierto, sellando bien las juntas.
Disponer los paquetes de peras en la fuente y pintar con la yema batida. Pinchar ligeramente cada porción y hornear durante unos 20-25 minutos, primero colocando la fuente en la parte inferior del horno, y subiéndola a un nivel algo superior a la mitad pasados 10 minutos. Si se doran muy rápido, bajar la temperatura a 180ºC. Servir calientes.
Con qué acompañar las peras en hojaldre al roquefort
El poder saciante de estas peras en hojaldre dependerá, como hemos señalado, del tamaño de la fruta y de la maña que tengamos envolviéndolas en la masa, pues si nos queda más gruesa nos llenarán más. Una ración de buen tamaño ya llena bastante por lo que podemos tomarla sin más en la cena, con algunas hojas verdes de acompañamiento, o repartir dos porciones medianas como plato único con una ensalada más completa. La potencia del relleno le puede ir de maravilla a una carne que maride bien con salsas de frutas, como la caza, el solomillo o un pollo al horno.
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