Casi había olvidado la locura desatada en redes con aquella receta viral de pasta de TikTok, y eso que en casa nos dejó más que satisfechos y unidos a la causa. Tampoco era de extrañar que mereciera la pena, pues la combinación de queso feta y tomate siempre funciona, pero puede dar mucho más de sí.
En esta nueva idea, que viene desde Suiza, añadimos a la mezcla champiñones blancos y portobellos pequeños, abundante limón, alcaparras y albahaca fresca, logrando un plato tan suculento como versátil. Podríamos devorarlo tal cual, aunque según el punto que dejemos al queso podemos convertirlo en una guarnición, una salsa o un relleno de bocadillos, pasteles salados o tostas. Si tienes barbacoa, no dudes en cocinarlo sobre las brasas. Las recetas con queso feta nunca fallan.
Ingredientes
- Champiñones blancos, portobello o mezcla (pequeños) 250 g
- Tomate cherry de colores variados 300 g
- Alcaparras 2 cucharadas
- Tomillo fresco (3-4 ramitas) o seco al gusto
- Queso feta 200 g
- Albahaca fresca al gusto
- Limón grande 1
- Diente de ajo rallados 2
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer sartén de tomates cherry, champiñones y queso feta
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 30 m
Una vez con toda la verdura y hierbas lavadas y secas, cortar los champiñones en mitades o cuartos, si son algo más grandes. Los tomates se pueden dejar enteros o cortar por la mitad. Rallar finos los ajos.
Precalentar el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Calentar una sartén apta para horno (o usar una normal y luego cambiar a una fuente refractaria) y engrasar con aceite de oliva. Cocinar unos minutos primero los champiñones a fuego fuerte con algo de sal, hasta que empiecen a dorarse.
Añadir los ajos, las alcaparras y los tomates, salpimentar y saltear dos minutos. Bajar el fuego y añadir el tomillo y un chorro de zumo de limón. Seguir cocinando unos minutos más, hasta que los tomates empiecen a deshacerse. Hacer un hueco en el centro, añadir el feta entero, aderezar con ralladura de limón y pimienta, y tapar con papel de alumino.
Hornear durante 15-20 minutos; destapar y continuar la cocción un poco más hasta que el queso esté al punto deseado. Debería estar muy blando al tacto. Servir con más ralladura de limón y albahaca fresca picada.
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Con qué acompañar la sartén de tomates cherry, champiñones y queso feta
Recién hecho y bien caliente, si el queso feta se ha dejado más tiempo, quedará más deshecho y podremos convertirlo en una especie de salsa espesa para juntar con los vegetales y servir como guarnición de carnes o pescados, o sobre arroz, quinoa o pasta. Dejándolo algo más firme se puede machacar groseramente para servir cucharadas de la mezcla sobre buenas rebanadas de pan, tanto para preparar unas tostas grandes como para completas bocadillos y sándwiches, o en formato mini para canapés.
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