Solo necesitas el microondas y media hora para hacer un delicioso pastel de calabacín y queso, fácil y sano

El calabacín nos encanta todo el año, pero nos regala muchas más alegrías cuando se acerca el verano. A buen precio, en plenitud y rodeado de recetas versátiles que permiten sacarnos de cualquier apuro, esta cucurbitácea —familia de las sandías y melones— es perfecta para resolver cenas y almuerzos exprés.

En este caso, vamos a apostar por una fórmula todavía más rápida, barata y saludable: un pastel de calabacín en microondas. Con este 'truquito' nos vamos a ahorrar el calor infernal del horno cuando lleguen las olas de calor  y manchar más de la cuenta.

Las ventajas de este pastel de calabacín en microondas es que además de fácil y rápido, también es atemporal. Se puede comer frío, tibio o caliente, además de muy jugoso y muy refrescante para estos momentos del año.

Además, es bastante completo, pues luego lleva queso y ciertos elementos que ayudan a darle estructura como es la leche, los huevos o la harina. Como es lógico, si hay celíacos en casa, habría que cambiar la harina.

Respecto al queso, usad el que más os guste, pero aconsejamos que sea un queso que tenga cierta potencia y que, aún así, funda bien. No usaríamos quesos frescos o tiernos con mucha agua (como burrata, mozzarella o queso de Burgos), pues ya el calabacín y los líquidos hidratan bastante la receta.

La receta no tiene secreto, más allá de laminar finamente el calabacín. Si tenéis mandolina, mejor; si no, un poquito de paciencia y un cuchillo bien afilado. La clave, como veréis, es cocinar primero el calabacín para que quede tierno y mientras tanto batimos la leche con los huevos y la harina.

Luego habrá que escurrir el calabacín y, a partir de ahí, montar el pastel de calabacín al microondas. En una fuente de horno ponemos una capa de mantequilla, vertemos la mezcla y añadimos queso rallado. Una vez listo, ponemos las láminas de calabacín y lo cocinamos 15 minutos.

Pasado ese tiempo sólo habrá que dejar reposar la mezcla para que se enfríe un poco y sea fácil de desmoldar y estará listo para comer. Como guarnición, una ensalada verde o directamente algún aliño extra con una mostaza, una mayonesa o una vinagreta serán perfectos para redondear la jugada.

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