El arroz es un ingrediente popular y versátil que da mucho juego en la cocina. Con él se pueden preparar recetas tan diferentes como un sabroso arroz con pollo o un arroz con leche casero, uno de nuestros postres favoritos. Hoy sumamos una receta más a las muchas que tenemos en nuestro haber: sopa de arroz. Un plato de cuchara tradicional y delicioso.
Podemos disfrutar de la sopa de arroz todo el año, solo hay que ajustar la temperatura de servicio. Calentita, perfecta para días de frío, o templada, ideal para épocas de calor. Mi madre siempre ha preparado la receta básica, caldo y arroz, pero a mi se me ha antojado darle un poco de alegría a la criatura añadiendo cebolla y zanahoria y ha sido un acierto.
Ni que decir tiene que esta versión, que nos ha salido vegana, es solo una de muchas. Se puede hacer de mil maneras, añadiendo pollo u otras carnes, huevo duro, un puñado de garbanzos, otras verduras diferentes, etc. Es una receta en la que -casi- cualquier sobra que tengamos en la nevera tiene cabida. Eso sí, hay que servirla de inmediato para que el arroz no sigua absorbiendo el caldo y termine convertida en un arroz caldoso.
Picamos la cebolla finamente. Pelamos y picamos también la zanahoria, en pequeños dados. Calentamos un poco de aceite en una olla y pochamos las verduras, con un poco de sal y pimienta, hasta que empiecen a verse tiernas. Se terminarán de cocer con el caldo.
Incorporamos el arroz y rehogamos un par de minutos. Agregamos el caldo, removemos y llevamos a ebullición. Cocemos entre 12-14 minutos antes de apagar el fuego, tapar y dejar que la sopa repose un par de minutos más. Tiempo suficiente para que el arroz quede en su punto. Ajustamos el punto de sazón y servimos inmediatamente.
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Con qué acompañar la sopa de arroz
La sopa de arroz hay que servirla caliente, más humeante en días fríos y algo atemperada si el calor empieza a apretar, pues nos ayudará a hidratarnos y regular la temperatura corporal. La podemos acompañar de picatostes de pan u otra alternativa, dejarla solo como sopa de arroz o bien añadir algo de verdura, que es como más me agrada. De este modo aprovechamos otros ingredientes y hacemos el plato mucho más completo.
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