Además de ser muy fáciles de preparar, estas tortitas de calabacín nos dan la posibilidad de introducir verduras en el desayuno y alcanzar así las raciones de frutas y verduras que necesitamos cada día, pero también son ideales para cocinar la verdura de forma distinta en la cena.
El calabacín es una verdura de la que podemos disfrutar casi todo el año, y por su composición, aporta la humedad necesaria a la masa para lograr un bocado suave.
Recomiendo preparar estar tortitas por la mañana, especialmente si te gustan los desayunos salados, para empezar el día de un modo especial. Para una versión apta para celiacos, se puede optar por la variedad de harinas sin gluten, sea de arroz, de quinoa o de trigo sarraceno para una plus de nutrientes. Hasta con la premezcla disponible en los supermercados funciona de maravilla.
En un cuenco, mezclar los ingredientes secos: la harina de trigo con el bicarbonato sódico, el jengibre, la cebolla en polvo y la pizca de sal. Rallar el calabacín y exprimir la mayor cantidad de agua posible. Una vez seco, agregar a los ingredientes anteriores para lograr una masa verde. Incorporar las hojas fresca de menta finamente picadas.
Con ayuda de una cuchara o taza medidora, verter la mezcla en una sartén o plancha previamente pintada con aceite de oliva. De acuerdo al tamaño de cada tortita, será la cantidad final de porciones.
Cocer durante unos minutos, de 1 a 2 minutos, hasta que tome color y la masa se espese. Con una espátula, dar la vuelta para cocer unos minutos más.
Con qué acompañar las tortitas de calabacín
Estas tortitas de calabacín pueden servirse con muchos ingredientes y en todos los casos, quedarán bien. Por ejemplo, con hummus y frutas frescas. Hasta como acompañamiento con una porción de arroz integral con tomates secos, almendras y aceitunas, quinoa o cuscús para el almuerzo o cena.
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