El bizcocho de limón es mi favorito sobre todos los demás, y si encima está glaseado la cosa se torna en casi locura. Esta mezcla de lo ácido y lo extremedamente dulce, me encanta.
Es por esta razón que queríamos compartir la receta aquí, ya sabéis que margarina Tulipán es un acierto porque hace que los bizcochos sean mucho más jugosos.
Ingredientes
- Para el bizcocho: 250g de margarina Tulipán, 200g de harina de trigo y 250g de Maizena, 170g de azúcar, 5 huevos, 1 sobre de levadura Potax, 3-4 cucharadas de zumo de limón y la ralladura de 1 limón.
- Para el galseado: 3 cucharadas de leche, 1 cucharada sopera de margarina, 120g de azúcar glas, zumo de limón.
Cómo hacer bizcocho de limón glaseado
Comenzamos precalentando el horno a 180 °C.
En un recipiente mezclamos la margarina y el azúcar. Lo ideal es hacerlo con una batidora de varillas hasta conseguir que la mezcla sea esponjosa, blanquecina y haya doblado su volumen.
Separamos las yemas de las claras. Montamos las claras, con una batidora de varillas. recuerda que para conseguir que sean más estables puedes poner unas gotas de zumo de limón, un poco de sal y una pizca de cremor tártaro, aunque no es imprescindible. Reservamos.
Luego añadimos las yemas, una a una, a la mezcla de azúcar y margarina tulipán. Después, agregamos las harinas y la levadura, mezclamos hasta integrar. A continuación, el zumo de limón y la ralladura de la cáscara y por último las claras montadas a punto de nieve. Para unirlas a la masa anterior lo que haremos será usar una espátula y mezclar con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en un molde, previamente engrasado y horneamos, sin abrir el horno, a 180ºC, durante 1 hora. Dejamos enfriar unos minutos y desmoldamos. Mejor que se enfríe totalmente sobre una rejilla.
Mientras preparamos el glaseado, en un cazo ponemos 3 cucharadas soperas de leche y 1 de margarina y dejamos que esta se funda. Luego, añadimos el azúcar glas y mezclamos bien. La glasa resultante la vertemos sobre el bizcocho y listo.
Degustación
Este bizcocho de limón glaseado es suave por la margarina y por las claras montadas. Un toque ácido, y un toque dulce por la glasa que lleva por encima, perfecto para la merienda, para llevar a alguna cena con amigos etc. Además, si os gusta, podéis poner por encima algún topping, después de glasear, tipo almendras laminadas o confeti de azúcar para llenarlo de color.