De entre todos los chefs que han estrenado servicio a domicilio, la propuesta de Dabiz Muñoz era la que había levantado más expectativas.
Ni que decir tiene que el chef de DiverXO no solo tiene uno de los mejores restaurantes de España, además sabe venderse. Durante la pandemia, Muñoz ha estado compartiendo recetas a través de su Instagram, las mismas que que ha elegido para trasladar a su propuesta de comida a domicilio, GoXO.
A muchos aficionados a la cocina se les ha hecho la boca agua viendo lo que Muñoz cocinaba en casa, para conocer, justo después, que podían pedir esas mismas recetas elaboradas por el maestro. Así que, como era de esperar, el negocio ha sido un éxito. Desde su estreno no ha sido fácil probar la comida, que se pide a través de la aplicación Glovo: había más peticiones que manos.
Pero ayer logramos al fin hincarle el diente. Y estas son nuestras impresiones.
La lección de la comida a domicilio
Al igual que otros delivery sobresalientes que hemos tenido la suerte de probar durante la pandemia, Muñoz ha tenido claro que la alta comida a domicilio no puede consistir solo en meter uno de tus platos en un táper.
Cada plato llega dividido en diversos paquetes, clasificados por colores, que debemos ensamblar en casa. Se echa de menos algún tipo de instrucciones: el pedido viene con varios folletos en los que se explica con una literatura muy florida las motivaciones de Muñoz a la hora de preparar los platos, pero nada se dice de como montar estos. Hay que ir, de hecho, al Instagram del cocinero para ver vídeos en los que se explica esto.
En cualquier caso, no hay más que hacer que mezclar los distintos ingredientes, calentando alguno de ellos en microondas si han llegado algo fríos.
El primer plato que probamos fueron los noodles caldosos con mejillones gallegos, coco, piparras y café (22 euros). Muñoz explica en la presentación del plato, que se ha inspirado en el laksa, una suerte de pasta caldosa típica de Singapur.
Los noodles (lo más flojo del plato) son los típico de ramen instantáneo, que se cocinan con el caldo de coco, que está buenísimo. A esto se suman los mejillones, el aroma del café y el ácido de las piparras. Está muy rico, aunque los noodles en sí no valen nada.
Seguimos con los tacos de costilla ahumada (30 euros). En este caso, nos llega un costillar de cerdo entero, embadurnado en una barbacoa de tamarindo, con el que debemos montar nuestro taco, que se acompaña de una salsa de yogur, menta escabechada, cilantro y cebolla fresca.
Como explica Muñoz, el punto de la costillas se ha logrado tras decenas de pruebas. Está francamente buena, y los acompañamientos le van de maravilla, lástima que no podamos decir lo mismo de las tortitas de maíz, que llegan secas. Es casi imposible montar el taco sin que se desmonte.
Por último, montamos en la mesa los ñoqui de patata con boloñesa de chorizo ahumado de león, crema de mandarina y mostaza japonesa (22 euros). Aunque en apariencia parece un plato de pasta mondo y lirondo, la mezcla de sabores es realmente sobresaliente. Para mí el plato más rico de los que probamos.
La boloñesa ligeramente picante casa a la perfección con el aroma de mandarina, que va rallada sobre los ñoquis y en la crema. La mostaza, explica el propio Muñoz, “te golpea mil veces el retrogusto nasal y aporta una chispa espectacular a la rotundidad de la bolognesa”. El chico no tiene abuela, pero aunque nosotros no le daríamos tanta literatura, hay que decir que está bien rica.
Lo mejor es el precio
GoXO no es quizás el mejor delivery que podemos probar hoy en día en Madrid –personalmente, la propuesta de Gofio sigue de momento en lo alto de mi ranking–, pero es de los de los mejores y, además, es bastante más barato que otras propuestas de su nivel.
Aunque las raciones cuestan entre 20 y 30 euros son muy abundantes: se nota que Muñoz fue el alumno aventajado de Abraham García. Nosotros hemos pedido tres platos para cuatro personas y hemos cenado más que bien. Valga como ejemplo que la costilla da para ocho tacos bien cargados y el plato de mejillones da para cuatro raciones como la que se puede ver en la imagen de portada. No hay que gastarse más de 20 euros por persona para comer genial, aunque mejor juntarse unas cuantas personas, ahora que se puede, y probarlo todo.
Estas raciones tan generosas hacen que la propuesta de DiverXO, aunque tenga erorres, sea interesantísima en la relación calidad-precio y, sin duda, un delivery que recomendamos probar a todos los amantes de la buena gastronomía en general y de la cocina fusión bien entendida en particular.
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