Con un nombre tan castizo como La Malquerida, esta curiosa taberna española en Valencia es un pequeño reducto donde disfrutar de platos más tradicionales (aunque algunos con un pequeño giro moderno) bien preparados y presentados.
Aunque la decoración del local es cuanto menos llamativa (no sabría decir si kitsch a propósito o sin querer) el lugar es agradable, bien iluminado, acogedor y nada pretencioso. Un suave hilo musical ameniza la comida sin que interfiera en las conversaciones.
Como siempre que suelo ir a comer con mi padre por ahí, pedimos el menú del día, que en este caso costaba 10,90 euros (ni IVA ni bebida incluidos) y ofrecía un primero, un segundo y un postre a elegir entre varias opciones, así como café.
De primero mi padre escogió garbanzos con boletus, porque él ya había venido otra vez y le gustaron. Yo opté por unas tostas de figatells con mostaza. Por si os lo estáis preguntando, el figatell, también conocido como fardel, es una especie de hamburguesa hecha con hígado y magro de cerdo y envuelta con tela del estómago del cerdo.
Ambos platos estaban deliciosos, aunque si tuviera que recomendar solo uno, me quedaría con los garbanzos, que eran algo realmente rico. Suaves y delicados en la textura, pero al mismo tiempo con bastante sabor, si resultar demasiado potentes.
De segundo escogimos dos platos que se complementaban para compartir. Por un lado, unos medallones de ternera con salsa a la pimienta (y unas patatas fritas caseras que estaban de muerte), por el otro, unas verduras a la plancha.
La carne estaba un pelín demasiado hecha para mi gusto, pero lo compensaba una salsa a la pimienta bien hecha, con todo su punto picante de la pimienta. Las verduras a la plancha estaban realmente buenas, hechas en su punto y con un toque de aceite, pero sin estar aceitosas, que es algo de lo que se suele pecar.
Finalmente llegamos a los postres. Aquí escogimos una tarta capuchina con almendras y una tarta de queso con mermelada de higos. No es que ambas tartas no estuvieran buenas, pero no tanto como el resto de la comida. A la de queso especialmente le faltaba ser un poco más esponjosa, y tiraba un poco seca, pero tampoco vayáis a llevaros la impresión de que no nos las acabamos, es solo que no lucían tanto como el resto de platos.
En definitiva, La Malquerida es una curiosa taberna española en Valencia que bien merece una visita. No encontraremos nada en ella que sea una revolución, sino más bien una re-evolución, como indica su eslogan, pero un sitio donde poder comer bien ya es todo un hallazgo.
Taberna española La Malquerida
Carrer de Polo y Peyrolón, 53
Valencia
Tel. 963 89 11 86
Precio | 15 euros por persona
Más información | La Malquerida
En Directo al Paladar | El Racó de Lluís, arroces innovadores en Valencia
En Directo al Paladar | Ca La Mar en Valencia, un bar de tapas como querríamos que fueran todos