La investigación vincula el consumo moderado y regular de café con una ralentización de los procesos de envejecimiento
El café ha tenido que superar un mito similar al que se enfrentaban alimentos como el huevo, considerados durante décadas como perjudiciales consumidos regularmente. Sin embargo, sabemos desde hace ya tiempo que beber café incluso a diario, en cantidades razonables adaptadas a casa persona, puede ser incluso beneficioso a múltiples niveles, como a la hora de lograr un envejecimiento saludable. En esta cuestión ahonda el último gran estudio publicado en este campo, apuntando incluso a que podría alargar la vida hasta dos años.
Es la conclusión a la que llegan los investigadores del equipo liderado por Rodrigo Cunha, de la Universidad de Coimbra, destacando que beber unas tres tazas de café al día se vinculan con una media de 1,84 años más de esperanza de vida. Además, ese consumo regular se relaciona también con un envejecimiento saludable, es decir, sin contraer enfermedades graves como el cáncer u otras neurodegenerativas.
El estudio Impact of coffee intake on human aging: Epidemiology and cellular mechanisms ('Impacto de la ingesta de café en el envejecimiento humano: epidemiología y mecanismos celulares') publicado en Ageing Research Reviews, hace una revisión de 85 estudios previos en los que se estudiaron a participantes de diversos países de Europa, América, Australia y Asia, analizando la relación del café con las tasas de mortalidad y los principales indicadores de salud.
“Las recomendaciones clínicas tradicionales a veces han pasado por alto el papel del café en el envejecimiento saludable, pero con una sólida base de investigación sobre cómo el consumo regular puede reducir potencialmente algunas de las enfermedades crónicas que más afectan a la sociedad, es probable que sea hora de reevaluarlas”, afirma Cunha, neurocientífico.
Aunque sabemos que tanto la cafeína en sí como otros componentes del café pueden tener un impacto positivo en la salud, aún necesitamos comprender los mecanismos precisos que hay detrás del papel que desempeñan estos componentes. Los autores de este estudio, financiado por la organización sin ánimo de lucro Scientific Information on Coffee (ISIC), destacan el potencial que hay en futuras investigaciones que ahonden en el papel que puede tener el café en el envejecimiento humano.
“Nuestra revisión subraya el papel que puede desempeñar el consumo regular y moderado de café en la mediación contra los mecanismos biológicos que naturalmente se ralentizan o fallan a medida que envejecemos, lo que desencadena una variedad de posibles problemas de salud y comorbilidades”. Un consumo moderado que, según la EFSA, se sitúa entre tres y cinco tazas de café al día en personas adultas sanas.
Hay que mencionar, no obstante, las limitaciones de este trabajo, al revisar estudios en los que los participantes aportaban personalmente la información sobre sus hábitos de consumo de café, la cual además no permite establecer una relación causal directa sobre los efectos contra el envejecimiento, al haber otros factores potencialmente implicados. Sin embargo, sus resultados coinciden con múltiples investigaciones recientes en el mismo ámbito.
“La población mundial está envejeciendo más rápido que nunca, por lo que es cada vez más importante explorar intervenciones dietéticas que puedan permitir a las personas no solo vivir más tiempo, sino también vidas más saludables”, concluye Cunha.
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En DAP | Si veo esto nada más entrar en una cafetería o bar, jamás se me ocurriría pedir un café
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