¿Cerveza o tinto de verano? Cuál es la bebida que más engorda

Son las bebidas clásicas del terraceo de verano que más definen el estío a lo largo y ancho de nuestro país, con sus excepciones regionales. Tragos seductoramente refrescantes cuando más aprieta el calor, convertidos en un símbolo de las vacaciones o del tardeo tras la sofocante jornada intensiva. Pero tras su apariencia ligera, siguen siendo bebidas alchólicas que además pueden sumar muchas calorías.

Y es que precisamente en sus virtudes están sus riesgos. Son bebidas muy apetecibles que sientan de maravilla cuando hay sed y suben las temperaturas, ligadas a esos momentos de ocio en compañía de amigos o de la familia en los que el tiempo se detiene y las tardes se alargan hasta el infinito. Sin darnos cuenta podemos acabar encadenando demasiadas copas, con la falsa ilusión de que son bebidas mucho más ligeras que un cóctel.

Lo cierto es que el alcohol nunca es recomendable y no hay consumo saludable del mismo; sus supuestos potenciales beneficios nunca serán superados por el efecto perjudicial del contenido alcohólico. Teniendo esto claro, sí podemos elegir opciones menos perjudiciales que, además, sean menos calóricas.

Porque el contenido alcohólico está directamente relacionado con la energía, las calorías, que aporta una bebida, sin olvidar que estas aumentan cuando añadimos refrescos azucarados. Conociendo la composición de cada bebida de verano sabremos cuáles tienen más alcohol, y también cuáles son las que más engordan.

Composición nutricional aproximada de las bebidas de verano

Es difícil establecer cifras exactas en el desglose de la composición nutricional de estas bebidas, ya que depende mucho de la marca o de la receta casera. Hemos reunido datos aproximados tomando como ejemplo algunas de las marcas más populares del mercado, así como la información publicada por la BEDCA, la OCU y nuestros compañeros de Vitónica.

Son cifras que hacen referencia siempre a 100 ml de producto, una cantidad mucho menor de la que se ingiere habitualmente en una consumición de cualquier bebida.

CALORÍAS

HIDRATOS DE CARBONO

AZÚCARES

ALCOHOL

PROTEÍNAS

GRASAS

CERVEZA

42 kcal

3-3,5 g

0 g

4-5,5%

0,4-0,5 g

0 g

CLARA CON LIMÓN

37-40 kcal

6 g

4-5 g

2-2,5%

0-0,2 g

0g

CLARA CON GASEOSA

18-22 kcal

1,6 g

0 g

2-2,5%

0 g

0 g

SANGRÍA

70-100 kcal

3,8-5,5 g

3,5-5 g

5-12%

0-0,2 g

0 g

TINTO DE VERANO

30-48 kcal

1,4-4 g

1,4-3,8 g

4-4,5%

0 g

0 g

TINTO DE VERANO CON LIMÓN

30-48 kcal

1,8-4 g

1,7-3,7 g

3,8-4%

0 g

0 g

Factores que aumentan las calorías y el alcohol

De las bebidas alcohólicas, digamos, básicas, la cerveza rubia tipo lager es de las bebidas fermentadas de menor graduación alcohólica, que además no tiene azúcares añadidos -o no debería-. Por tanto, también tiene un contenido calórico reducido, aunque es mayor en carbohidratos que el vino y sus bebidas derivadas.

El vino tinto es más calórico, con entre 70-100 kcal por cada 100 ml, y una graduación alcohólica que puede variar desde el 8% hasta el 14%. Para hacer tinto de verano o sangría, lo normal es emplear un vino joven que no eleve tanto el alcohol.

El alcohol total se reduce al rebajar las bebidas con gaseosa o con refresco de limón, por eso las claras son, en este sentido, más saludables. Sin embargo, también suman azúcares, que dependiendo de la proporción y la marca pueden ser muy elevados. Ocurre lo mismo con cualquier versión del tinto de verano, variando mucho las cifras según el fabricante.

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La sangría es, a todas luces, la peor opción. Si bien la receta puede variar mucho, este combinado mezcla vino tinto con refrescos azucarados, zumo y, a menudo, con bebidas alcohólicas destiladas. En algunos casos la cantidad total de azúcar se dispara para disimular la mediocre calidad de los demás ingredientes.

Sin alcohol y sin azúcares, la mejor opción

Teniendo en cuenta todo lo anterior, una clara de cerveza con gaseosa es la mejor opción de todas, que mejorará notablemente si usamos agua carbonatada o gaseosa sin azúcares, si no queremos renunciar al toque más dulzón, con edulcorantes.

Por supuesto, mucho más saludable será la clara de gaseosa sin azúcar y sin alcohol, mejor si la hacemos casera para controlar los ingredientes y la proporción a nuestro gusto.

Ahora bien, todo depende de las cantidades: la cerveza puede ser peligrosa en tanto en cuanto solemos beber más cantidad que si, por ejemplo, tomamos un vino sin mezclar.

Lo importante, como siempre cuando hablamos de alcohol, es la mesura.

Fotos | JosuOzkaritz - TenSafeFogs
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