Tras los excesos navideños llegan los buenos propósitos como dejar de fumar o adelgazar, pero también beber menos alcohol, del que muchos hemos abusado durante estas fechas.
En Reino Unido se celebra desde hace años el conocido como Dry January (“enero seco”), una campaña promovida por la asociación Alcohol Concern, que trabaja para reducir los problemas con la bebida que padecen numerosos ciudadanos británicos.
Aunque en España tenemos menos problemas con el alcohol que en Reino Unido, nuestro consumo sigue siendo a todas luces excesivo: el 11% de la población de entre 15 y 64 años bebe a diario, la edad media en la que comenzamos a tomar alcohol es de 13,7 años y cada vez es más habitual el consumo en atracón. No es de extrañar, por tanto, que, aunque el consumo total haya disminuido, haya aumentado la prevalencia anual de intoxicaciones etílicas en ambos sexos y para todos los grupos de edad.
Según explican desde Alcohol Concern, dejar el alcohol, aunque sea durante un mes, puede servir para revaluar nuestra relación con este. El pasado año, 5 millones de británicos se adhirieron a la iniciativa: el 79 % de los participantes aseguró haber ahorrado, el 62 % durmió mejor y se encontró con mayor energía y un 49 % logró perder peso. Todos ellos beneficios claros de no beber (o, al menos, de hacerlo con moderación).
¿Sirven estas iniciativas para concienciar?
La idea de este tipo de campañas no es solo que la gente no beba durante un mes, sino que sirvan para concienciar a la sociedad de los peligros que conlleva consumir demasiado alcohol, algo que no solo tiene que ver con la frecuencia, sino también con la cantidad.
Como apunta Ian Hamilton, profesor de Salud Mental de la Universidad de York, en The Conversation, “los consejos sobre el alcohol son difíciles de comunicar y, en general, existe confusión sobre los niveles seguros de consumo”. Es este sentido, el “enero seco” puede ser contraproducente si hace creer a la gente que basta un mes de abstinencia para poder seguir bebiendo el resto del año como si no hubiera un mañana.
Pero ¿cuánto es un consumo moderado? En general, todas las recomendaciones sanitarias apuntan a que las mujeres no deberían tomar más de tres de unidades de alcohol al día y no más de siete a la semana. Los hombres no deben superar las cuatro al día, ni las 14 a la semana.
Una “unidad de alcohol” corresponde a 10 g de etanol puro de una bebida alcohólica. Esto equivale a una copa de vino (100 ml), un vaso de cerveza (250 ml) o un chupito de destilado (30 ml). Pero hay que tener en cuenta que hay peligros añadidos al considerado como consumo de atracón, esto es, beber cinco o más unidades de alcohol seguidas que, por desgracia, es la forma cada vez más frecuente de beber.
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