Este estudio afirma que el aguacate reduce el colesterol y mejora la dieta. Pero tiene truco (y nos deja una valiosa lección)

Un curioso caso que demuestra por qué no es buena idea que la industria alimentaria patrocine trabajos de investigación

Aguacates
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“En el estudio más amplio de su clase, los investigadores evaluaron el impacto del consumo de un aguacate al día durante seis meses (…). El consumo diario de aguacate redujo el colesterol y mejoró la calidad de la dieta”. Así arranca la nota de prensa enviada por una asociación a la revista Today's Dietitian. Unas afirmaciones que parecían ser esperanzadoras para la salud de la población. Pero no es oro todo lo que reduce.

Los medios de comunicación nos frotamos las manos cuando surge un nuevo estudio que lanza conclusiones relevantes para la sociedad, especialmente si tienen que ver con mejorar la salud gracias a algún remedio casi mágico. Pero tras un titular demasiado llamativo suele esconderse la letra pequeña, que en la investigación alimentaria tiene un protagonista peligroso, la industria, los lobbies y las grandes empresas.

El ejemplo más evidente que ilustra esta problemática viene de la mano de Avocado Nutrition Center, que forma parte de la asociación Hass Avocado Board. La HAB se define como “la única organización aguacatera que equipa a toda la industria mundial para el éxito, recopilando, concentrando y distribuyendo inversiones para mantener y ampliar la demanda de aguacates en Estados Unidos”. Pese a fomentar la investigación y divulgar información sobre los beneficios del consumo de esta fruta, sus intereses comerciales son obvios. Como los de cualquier empresa.

Y puesto que el objetivo de una empresa siempre será actuar en pos de de sus beneficios, conviene analizar con escepticismo cualquier mensaje o afirmación que lancen alegremente al público o compartan con los medios de comunicación.

Por qué hay que poner en duda los estudios con conflictos de interés

Cualquier estudio científico o paper académico, digamos, serio, publicado en alguna revista especializada debe indicar los autores del mismo, los posibles conflictos de interés declarados por los mismos, y también quién financia, promueve o colabora en la elaboración de dicho estudio.

Ciencia

Si el titular que se hace eco de las conclusiones de algún trabajo parece demasiado llamativo, alentador o revolucionario, casi con total seguridad habrá motivos para dudar.  No solo porque a menudo los medios ignoran las advertencias o limitaciones de los resultados que suelen incluir los investigadores, sino también porque esos estudios pueden estar dirigidos desde el principio hacia una conclusión concreta.

Ejemplos los hay a patadas, como aquellos que difunden sin pudor los supuestos beneficios de beber cerveza o vino o las pretendidas propiedades saludables de alimentos como los torreznos o los zumos de frutas. Detrás de estos trabajos, casi siempre, hay empresas o asociaciones que solo dan bola a los datos que les interesan. Lógicamente nunca van a difundir por voluntad propia conclusiones negativas para aquello que venden.

Cómo el aguacate le dio la vuelta a la tortilla

Y llegamos a un caso reciente muy curioso porque plantea una situación distinta a la habitual. Se hacía eco de ello Marion Nestle, bioquímica y una de las expertas más reconocidas a nivel internacional sobre política de alimentos y nutrición y autora de numerosas publicaciones muy influyentes en estas materias.

Aguacates2

Nestle recibe a diario estudios y publicaciones que le envían desde todo el mundo vinculadas con la investigación alimentaria y nutricional, pocas veces con conclusiones positivas. Así, recientemente compartía en Food Politics el caso peculiar del aguacate que ya hemos mencionado, pues se salía de la norma, y no para bien.

La experta ahonda en el estudio dejando de lado los resultados publicados por la asociación de aguacate, para analizar la metodología, los autores, sus conclusiones exactas y quién hay detrás de la financiación del mismo.

Laboratorio

Publicado como Effect of Incorporating 1 Avocado Per Day Versus Habitual Diet on Visceral Adiposity: A Randomized Trial ("Efecto de la incorporación de un aguacate al día frente a la dieta habitual sobre la adiposidad visceral: un ensayo aleatorizado"), las conclusiones de sus autores son claras:

"En conclusión, en este ensayo paralelo multicéntrico aleatorizado y controlado, la adición de un aguacate al día a la dieta habitual durante seis meses en individuos con adiposidad visceral no redujo el tejido visceral abdominal y tuvo un efecto mínimo sobre los factores de riesgo asociados a trastornos cardiometabólicos."

Es decir, el estudio, financiado por el Centro de Nutrición del Aguacate, no encontró resultados positivos. Lo dicen claro y cristalino como el agua. Y, sin embargo, la asociación no dudó en difundir este trabajo dándole la vuelta a los resultados a su favor, lanzando sus propias conclusiones, las que le interesan a los comerciantes.

Como la propia Nestle señala, este caso ejemplifica el riesgo que tienen los estudios financiados por asociaciones comerciales con intereses directos en los resultados que se obtengan. Aquí los investigadores no tienen ningún control sobre la forma en que el patrocinador interprete o divulgue esos resultados, aunque puedan llevar a la confusión de la población o de los medios de comunicación que publiquen la nota de prensa.

Tabla

La industria alimentaria influye y afecta directamente a numerosos trabajos científicos, no porque "se haga mal" esa ciencia, sino por cómo se dirigen premeditadamente los estudios con su diseño previo, o por cómo o se interpretan los resultados.

No nos queda otra que dudar y siempre buscar la publicación completa de cada estudio en particular para conocer todos los detalles que hay detrás del mismo. Los artículos científicos no pueden mentir; otro asunto será si se pueden extraer conclusiones relevantes o qué datos en concreto se deciden comunicar.

Unsavory Truth: How Food Companies Skew the Science of What We Eat

Fotos | DCStudio - Freepik - jcomp

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