Estos son los tres dulces de la pastelería francesa con menos calorías según un nutricionista

Son muchas las recetas francesas que hacen gala de su gran riqueza gastronómica, más allá del refinamiento de la haute cuisine. Aunque nadie puede negar que nuestros vecinos son auténticos maestros en el arte de la pastelería, y por algo su cocina dulce es venerada e imitada en todo el mundo. Si al entrar en una  pâtisserie te marean tantas opciones, puedes guiarte por su valor nutricional.

Siendo conscientes de que un dulce es un dulce, y por tanto solo deberíamos consumirlos ocasionalmente de forma moderada, a veces también hay que darse gustazos y disfrutar del placer de un capricho goloso de esos que merecen realmente la pena. Mejor degustar un pastel artesanal de calidad que autoengañarse con supuestas versiones fit que no lo son tanto.

Desde luego que hay que aprovechar si visitamos Francia en nuestras vacaciones, aunque también hay grandes artesanos del dulce en España formados en la alta pastelería gala para que no tengamos que irnos muy lejos. Y siempre podemos animarnos a prepararlos en casa.

Los pasteles franceses con menos calorías

Algún criterio hay que seguir para elegir qué postre nos va a endulzar el día, y si nos interesa dar preferencia a los más saludables, o, digamos, "menos malos", que sean menos calóricos y más nutritivos, tenemos varias opciones para escoger. Es un criterio de selección tan válido como cualquier otro.

Para echarnos una mano en la búsqueda podemos contar con la opinión de un experto como el nutricionista francés Raphaël Gruman, conocido divulgador en redes sociales. En uno de sus últimos vídeos de TikTok selecciona sus tres dulces favoritos típicos de cualquier pastelería francesa.

Éclair

Con su característica masa choux alargada, rellenos de crema pastelera y glaseado  de chocolate, los eclairs son uno de los pasteles más típicos y fáciles de replicar en casa, que, aunque nos parezca extraño, no resulta tan calórico como podríamos pensar.

La masa choux es relativamente ligera, lejos de la pesadez de otros pasteles, y en su conjunto no contiene tanto azúcar ni mantequilla como sí ocurre con otras delicias galas. Si es de calidad, el relleno destaca más por su sabor a vainilla que por empalagar, y el glaseado solo consiste en chocolate negro. Una unidad media aporta unas 200 kcal, y en casa podemos hacerlos un poco más pequeños.

Tartaletas de frutas

Nos atreveríamos a decir que en cualquier pastelería francesa las coloridas y brillantes tartas y tartaletas de fruta fresca atraen la mirada mucho más que otros dulces de mayor fama, como los sobrevalorados - y superazucarados- macarons.

Con una base crujiente de masa brisa o masa quebrada, un relleno cremoso de crema pastelera y su generosa cobertura de voluptuosas frutas, las tartaletas son una delicia sin demasiadas calorías -en comparación con otros postres- que además aportan nutrientes de calidad como fibra, vitaminas, proteínas y minerales.

Las tartaletas de crema de limón y frambuesas son un clásico que podemos hacer también con fresas, arándanos, melocotón, higos, ciruelas, naranja, etc. Lógicamente, según el tamaño y la cantidad de masa y relleno, las calorías aumentarán, pero si damos más prioridad a la fruta es un postre razonable.

Flan parisién

Menos conocido quizás, pero muy típico en la repostería francesa tradicional, es el flan parisién, que a nuestros ojos se asemeja mucho más a una tarta o pastel que a lo que concebimos normalmente con flan.

Según el nutricionista, 100 g de este postre suman unas 130 kcal, concentradas sobre todo en la mezcla del relleno lácteo, donde la leche ocupa el papel primordial. No es que sea un pastel proteico, pero sí que nos dará una buena cantidad de proteínas de alta calidad, además del goce de su dulzor cremoso. Que al final es lo más importante, siempre sin abusar.

Foto | Kamilla Isalieva/Unsplash

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