Muchos de nosotros pasamos el día contando calorías, carbohidratos, proteínas,... pero muchas veces se nos olvida hablar de fibra en la dieta, sin embargo es uno de los componentes más importantes de nuestra dieta.
Este nutriente no sólo nos ayuda a regular nuestro tránsito intestinal, sino que además tiene la capacidad de retener la glucosa de nuestra dieta, lo que mejora la situación de algunos enfermos de diabetes, lo mismo con el colesterol. Además evita algunas enfermedades del intestino como la diverticulosis y disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon.
Por esta razón la Organización Mundial de la Salud recomienda que tomamos al día al menos de 25 a 30 gramos, una cifra que está muy por encima de lo que tomamos la mayoría.
Eso es bastante curioso, y es que si seguimos una dieta sana es muy difícil no ingerir esta cantidad de fibra diaria, sólo tenemos que tomar 2 piezas de fruta medianas al día o 50 gramos de legumbres o pan integral.
Eligiendo productos integrales conseguirás tener una dieta con mayor cantidad de fibra. Ya que para su elaboración se utiliza todo el cereal, no se elimina la cáscara.
Los frutos secos también son un producto con un alto contenido en fibra, las almendras por ejemplo tienen un 11%, y los higos o ciruelas secas un 17%.
Si tomas las frutas sin piel puedes empezar a no pelarlas, en la cáscara hay gran cantidad de fibra, y muchas veces la desperdiciamos, por ejemplo en el caso de las manzanas o las peras.
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