Me ha encantado saber de la existencia de este producto. En un mundo en el que solo prima la belleza y cuando poco menos que todos los alimentos tienen que ser iguales y perfectos, una empresa de Pennsylvania ha decidido comercializar bolsas de patatas fritas elaboradas con las patatas más feas, esas que se desechan en los puntos de venta por no resultar atractivas a los consumidores al tener pequeñas imperfecciones.
Comercializadas bajo el nombre de Uglies -feas en inglés- la fábrica Dieffenbachs ha demostrado que las patatas fritas más feas luchan contra el desperdicio de alimentos ya que están vendiendo un producto condenado a ser desechado del consumo humano, convirtiéndolo en un producto de consumo masivo.
Mientras que unos prefieren las patatas perfectas, casi clones, todas iguales y sin agujeros ni yemas, esta empresa está encontrando cómo dar salida a las patatas más feas, que pela, pica y fríe con calidad artesanal, para ofrecer a sus clientes un producto que venden al precio de 2,49 dólares la bolsa, según hemos visto en su tienda online.
Se comercializan en tres variedades, la original, la de sabor barbacoa y la de sabor a sal y vinagre, todas al mismo precio. Lo bueno es que con esta medida están aprovechando productos que sin estar en mal estado no son aceptados por el mercado, por razones de tamaño, forma, etc.
En un mundo en el que se desperdician alimentos de forma preocupante, esta iniciativa ha sido bien aceptada desde que se anunció su comercialización en las Redes Sociales. Tras lo aprobado en la Expo Milano 2015, muchos países aprobaron normas para evitar el despilfarro.
La tasa de desperdicio de alimentos en los Estados Unidos de América llega al 40%, pero este fabricante, ha encontrado la forma de luchar contra este fenómeno demostrando que los alimentos no tienen por qué ser bonitos, sino buenos y ricos para ser consumidos.
Nos encanta esta noticia y apoyamos totalmente a este productor de aperitivos americano especializado en patatas llamado Dieffenbachs que comercializa las Uglies y deseamos que su ejemplo cunda y se propague a otros alimentos.
Estaba pensando en salsas de tomate hechas con los tomates feos y sabrosos no aptos para vender en los lineales de supermercados, y en tantos otros productos que podrían ser perfectos para evitar ser desechados solamente por su aspecto.
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Imágenes | Pixabay y Dieffenbachs.com