La gripe A o H1N1 nos proporciona un rosario de informaciones diarias desde hace unos meses. Lo que en un principio parecía algo lejano se va incrementando en nuestro país, y con 17 fallecimientos a día de hoy, ya van faltando manos para contar las primeras víctimas de esta enfermedad, si bien es cierto que la mayor parte de las defunciones se han producido en personas con deterioros previos o factores de riesgo asociados, y que según cuentan en algunos foros, este número se asemeja a las bajas producidas por la gripe común.
Sobre esta cuestión hemos podido oír muchas opiniones, que incluyen incluso la que apunta a una maniobra de laboratorios farmacéuticos en horas bajas que ven peligrar sus patentes. Quién sabe… la teoría de la conspiración siempre nos acompaña para alimentar la confusión.
Y hablando de alimentar, que es lo que nos ocupa en este blog, en los últimos días hemos visto como en algunos restaurantes se han comenzado a implantar medidas para evitar el contagio de la gripe A.
En un principio es una buena medida, pues son lugares públicos en los que se establece una relación muy estrecha con el resto de comensales aún sin ser conscientes de ello. Compartimos carta, baños, bolígrafos, platillos para la cuenta, puertas… incluso en muchos de ellos las mesas apenas están separadas unas de otras por escasos centímetros.
Cipri Quintas, propietario del restaurante Silk & Soya en la Comunidad de Madrid, ha implantado en su local una serie de precauciones en este sentido. El protocolo ha sido elaborado por expertos en salud.
Las cartas se presentan con fundas plastificadas, desinfectándose estas para cada cliente. Las puertas de los baños se eliminan para evitar los contagios que pudieran producirse al contacto de los picaportes, y se controla la temperatura de los trabajadores todos los días al comenzar la jornada de trabajo.
Las mesas cuentan con una separación más amplia entre ellas y los platos son servidos con servilletas desechables. Los clientes pueden desinfectar sus manos en el ascensor o en las mesas, y los empleados se lavan las manos cada media hora.
Silk & Soya han sido los primeros pero no los únicos, el grupo Plato & Placer de Madrid, también aporta su granito de arena en este empeño, con precauciones similares, proporcionando a sus clientes gel monodosis para la desinfección de manos e implantando el uso de mascarillas certificadas en cocina y la toma de temperatura al personal entre otras.
Una iniciativa digna de aplauso que cuanto menos expresa una concienciación y un respeto con los clientes muy a tener en cuenta. Nos espera un otoño-invierno muy movido y lleno de noticias relacionadas con esta ya declarada pandemia, no está de más ir cambiando algunos hábitos.
Vía | Antena 3 Noticias, ABC
Imágenes vía | Teixirep en Flickr, Daquella manera en Flickr, Ekz en Flickr
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