Según indican algunos nutricionistas encaminados hacia la cocina energética, no es recomendable empezar el día con un aporte extra de azúcares refinados, mermeladas azucaradas o las distintas pastas y bollería que podemos encontrar en el mercado.
El aporte extra en azúcares durante el desayuno nos proporcionará un aumento de la glucosa y una vigorosa energía que disminuirá drásticamente alrededor de la media mañana. Además, hay numerosos estudios que demuestran que abusar de este tipo de alimentación no es nada recomendable, ya que facilita la aparición del sobrepeso y la obesidad.
Cuando disminuye la energía a media mañana también perdemos minerales y la acidez adecuada de la sangre, propiciando que nuestro sistema inmunológico se debilite y como consecuencia seamos más propensos a enfermarnos. Claro que hay una gran verdad, todos necesitamos glucosa para poder realizar nuestras actividades, ya sea trabajar, estudiar, etc. La diferencia radica en la calidad de la glucosa que proporcionamos a nuestro organismo, la aportada por las frutas, los cereales, el pan, etc., son las más recomendables, después basta con complementar este desayuno con un bocadillo que sea saludable y nutritivo y no caer nunca en la tentación de tomar bollería o dulces que propiciarán nuevamente esos drásticos descensos de energía.
Por poner algunos ejemplos, en lugar de tomar mueslis con azúcar, tomarlos sin azúcar, cambiar el pan blanco y la bollería por el pan integral, los zumos de fruta elaborados por zumos naturales o compotas de fruta, etc.
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