Sin duda la industrialización ha cambiado nuestra dieta en las últimas décadas y hoy nos encontramos peleando contra las enormes cantidades de azúcar, sal y grasas trans que presentan la mayor parte de los ultraprocesados. Sin embargo, no todo lo que nos da la industria es insano, sino que a continuación te mostramos algunos ejemplos de alimentos procesados que pueden ayudarte a comer mejor.
Vivimos a un ritmo muy diferente en la actualidad, no tenemos tanto tiempo para cocinar o no dedicamos a la cocina en el tiempo que dedicábamos antes cuando estábamos alejados de la tecnología. Esa misma tecnología es la que ha transformado nuestra alimentación, ya que nos encontramos rodeados de publicidad y estrategias de marketing, alimentos listos para calentar y consumir, para hidratar e ingerir y tantas otras opciones que han vuelto "más fácil" el logro de platos para la mesa diaria.
Sin embargo, la mayor parte de estos alimentos que hoy encontramos listos para consumir poseen un bajo perfil nutricional, son concentrados en calorías y no sacian con facilidad porque poseen escasa fibra y proteínas así como también porque son producto de muchos ingredientes industriales que con frecuencia resultan adictivos, por ejemplo: el sodio, las grasas, las harinas refinadas, el azúcar y otros.
No obstante, no todos los procesados son malos sino que algunos productos o alimentos que pasan por la industria realmente pueden ayudarnos a comer sano aun cuando no tenemos tiempo para cocinar:
Alimentos mínimamente procesados: opciones para cocinar sano y rápido
Según la clasificación NOVA, hay alimentos como los mínimamente procesados que aunque pasan por la industria no pierden su esencia principal, sino que se aplica a los mismos procedimientos como el lavado, envasado, deshidratado u otros.
Así, entre algunos procesados que pueden ayudarte a comer más sano y cocinar en poco tiempo son:
Conservas de alimentos
Los enlatados aunque no son todos buenas alternativas, pueden ser de utilidad para ofrecernos por ejemplo, legumbres que a diferencia de las secas no tenemos que remojar ni cocinar, o bien, para obtener pescados ya cocidos, listos para emplear.
Así, las legumbres en conserva, el atún al natural o en aceite, los champiñones en aceite, los pimientos o tomates al natural, los pepinillos en vinagre y otros sólo son conservas que poseen a modo de conservante algunos aditivos que lo único que adicionan es más sodio.
Son básicamente la misma versión que podemos obtener en casa, elaborando conservas caseras, pero tienen una vida útil de mayor duración y nos evitan la cocción de los alimentos, siendo por ello de ayuda para comer más sano.
Incluso, hay quienes si no fuera por las legumbres de bote jamás las ingerirían o porque no les agrada cocinar pescado, la única forma de consumo es mediante las latas que los incluyen.
Eso sí, no recomendamos salsas en conservas o platos completos enlatados, ya que en estos casos ya no hablamos de alimentos como tal con un mínimo procesamiento sino que la esencial principal del mismo dando lugar a mayores proporciones de azúcar, sal y otros ingredientes de mala calidad nutricional.
Vegetales y frutas congeladas
Nos evitan el lavado, cortado y muchas veces blanqueado previo a la ingesta, pues sólo tenemos que descongelar y listos para usar, pudiendo incluso en algunos casos usarlos congelados como cuando elaboramos helados caseros a base de fruta congelada.
Estos vegetales tienen la ventaja de ayudarnos a ahorrar tiempo y también, pueden ser de utilidad para vencer la estacionalidad. Pero lo más importante es que una verdura o fruta congelada puede tener inclusos más nutrientes que uno que tenemos refrigerado por largo tiempo en la nevera, ya que una vez congelado la maduración y exposición a la luz solar, el oxígeno y otros factores que degradan nutrientes se neutralizan.
Lácteos pasteurizados
Si hay algo bueno que nos ha dado la industria alimentaria en cuanto a seguridad e inocuidad es el proceso de pasteurización que reduce al mínimo los microorganismos patógenos y por supuesto, el proceso de UHT o ultrapasteurización que es uno de los más usados en España.
La leche cruda así como los yogures a base de leche sin pasteurizar y otros lácteos que podemos elaborar con leche recién ordeñada no son más que fuente de muchas bacterias que pueden causar enfermedades y por lo tanto, representan un riesgo para la salud.
Sin duda la leche pasteurizada, entera o desnatada, el yogur natural sin azúcar agregado, el queso fresco y otros son buenas fuentes de nutrientes y mucho más seguros para el organismo que los que podemos obtener con nuestras propias manos, en casa.
Alimentos deshidratados
En muchos casos el proceso de deshidratación de alimentos sirve para vencer la estacionalidad y poder obtener productos fuera de temporada, como es el caso de las setas por ejemplo.
También alargan la vida útil de los alimentos y siempre concentran nutrientes al eliminar el agua de su interior. Así, las algas deshidratadas siempre son más ricas en minerales, proteínas y vitaminas, al igual que frutas deshidratadas que pueden calmar las ansias de dulces sanamente y ayudarnos a lograr platos endulzados de forma natural por su presencia.
Igualmente, las hierbas deshidratadas concentran nutrientes y tienen mayor vida útil así como tomates deshidratados u otros. En todos los casos tenemos alimentos que ayudan a resolver una comida en poco tiempo y de forma segura debido a que al eliminar el agua también se reducen las probabilidades de que estos posean microorganismos patógenos.
Mariscos y pescados congelados
Aunque siempre preferimos estas opciones en fresco, al igual que con los vegetales y frutas congelados, podemos conservar mucho mejor los nutrientes y la calidad de pescados y mariscos en el congelador.
También permiten vencer la estacionalidad y son de fácil acceso, pues con frecuencia resulta complejo encontrar pescado fresco para cocinar. Y lo mejor también podemos cocinarlo en minutos pasando del congelador a su cocción sin inconvenientes.
Nos ayudan a incrementar el consumo de pescado que puede ser una buena fuente de omega 3 y también, el proceso de congelado contribuye a la inocuidad de estos alimentos, ya que en el caso de los pescados por ejemplo, nos ayuda a evitar la contaminación por anisakis y la enfermedad transmitida por este parásito.
Ya vemos que no todo lo que nos ha dado la industria es malo, sino que hay muchos alimentos que gracias a su procesamiento industrial hoy nos ayudan a comer más sano.
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