Todos sabemos que los establecimientos de restauración, están obligados a tomar una serie de precauciones y normas de seguridad, para evitar que sus clientes adquieran algún tipo de intoxicación alimentaría. Es algo que por suerte siguen a rajatabla la mayoría de los establecimientos.
Pero a nosotros mismos, en nuestros hogares, a veces se nos olvida seguir unas normas básicas de higiene, y no tenemos en cuenta la seguridad alimentaria en nuestra cocina..
Por lo que no está de más recordar de tanto en tanto algunos consejos, para evitar que proliferen las bacterias
- Mantener a los animales domésticos alejados de la cocina.
- Llevar rápidamente a casa y guardar inmediatamente en la nevera, los productos perecederos.
- Intentar utilizar papel absorbente en lugar de paños de cocina para limpiar restos de las tablas de corte, cuchillos, tijeras, etc.
- Hacer caso de las instrucciones de conservación de los alimentos, también de las “una vez abierto, guardar…”.
- Desechar los huevos rotos, con restos de plumas o heces.
- Quitar las partes con manchas verdes de las patatas, contienen solanina, un tóxico que puede causa dolor de estómago y vómitos, tomado en cantidades apreciables.
- No descongelar los alimentos a temperatura ambiente, hacerlo siempre en la nevera.
- Las sobras de comida podemos conservarlas en la nevera no más de tres días y no recalentarlos más de una vez.
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