Nuestra dieta se debería organizar en función de cuatro a cinco comidas diarias, comenzando con el desayuno y culminando con la cena. Tal como pensamos la primer comida del día es fundamental, pero también lo es la última ingesta de la jornada, por eso hoy dejamos algunos trucos para lograr una cena saludable.
La importancia de la cena
Siempre nos concentramos en el desayuno como comida que influye en el resto de las ingestas del día, sin embargo, la importancia de la cena radica en que es la última comida del día, previa al descanso y al ayuno nocturno en reposo que establecemos mientras dormimos.
Lo que cenamos es entonces clave para obtener un sueño de calidad adecuada que nos permita reponer energías y descansar, también, como posteriormente a la cena estamos en reposo, sin gastar más calorías que las que consume el sueño, es una comida clave para adelgazar.
Por todas estas razones, la cena debe tener algunas características particulares tanto en cantidad como en calidad de nutrientes para que podamos enmarcarla en una dieta equilibrada y que nos permita dormir adecuadamente, nutrirnos y cuidar de la salud del organismo.
Cómo lograr una cena saludable
Para lograr que la cena conforme una dieta equilibrada debemos comenzar por obedecer al dicho que dice "desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Es decir, la mayor cantidad de alimento de la dieta se debe concentrar en el desayuno e ir diminuyendo conforme avanza el día para que en la cena la ingesta sea de reducido tamaño.
En la cena no deben existir excesos y los ingredientes que debemos priorizar en la misma son aquellos nutritivos pero no cargados de energía.
Lo aconsejable es reservar los hidratos para desayunar y las proteínas para cenar, es decir, reducir la carga de hidratos y grasas en la última comida del día, pues representan las principales fuentes de energía de la dieta.
Si bien en la cena podemos incluir hidratos debemos escogerlos bien, pudiendo usar alimentos como pasta, arroz, legumbres u otros cereales integrales, pero en lo posible debemos evitar los azúcares. También debemos incluir grasas pero priorizando su calidad y controlando la cantidad. Entonces, lo ideal es no cenar frituras ni fiambres, embutidos, salsas y aderezos.
Por otro lado, si queremos descansar bien, la cena debe ser de cantidad moderada y de alimentos sin complejidad que dificulte la digestión y altere la calidad del sueño. Entonces, es recomendable evitar comidas pesadas y cargadas de grasas así como también, no incluir en la cena fibra en exceso.
Algunos últimos consejos para la cena son comer en un ambiente tranquilo que favorezca la digestión, masticar bien y comer despacio, así como también, no acostarse inmediatamente después de comer y con el estómago lleno, pues esto no ayudará a un buen sueño ni a una buena digestión de los alimentos consumidos en la cena.
Ejemplos de platos saludables para la cena
Con los trucos antes dados, ahora dejamos algunos ejemplos de platos saludables para el momento de la cena:
En Directo al Paladar | No te habitúes a cenar bocadillos
En Vitónica | Consejos para lograr una cena más saludable
Imagen | Theswedish y Theswedish