Los mejores accesorios para preparar una cena romántica en pareja en San Valentín (o cualquier otro día del año)

Si no nos convence la idea de hacer regalos por San Valentín y tampoco nos apetece salir a celebrarlo, quedarse en casa para preparar una cena romántica juntos siempre es un plan agradecido. Nos montamos el menú como más nos apetece, salimos un poco de la rutina y nos damos un homenaje en pareja -o familia-, que todos nos lo merecemos de vez en cuando.

Podemos aprovechar la tranquilidad del fin de semana para adelantar la celebración y dedicar una jornada a desconectar con nuestra pareja pasando un buen rato tanto en la cocina como en la propia cena, sin que tenga que ser uno de los dos quien sorprenda al otro con el menú. Preparar los platos juntos es una actividad perfecta para reconectar, y puede ser tan romántico como divertido.

La cena de San Valentín casera se presta a ser como más nos apetezca: elegante y sofisticada o informal y hogareña, con platos dignos de restaurante o para gochear un poco comiendo con las manos viendo una película. Además de elegir el menú y los ingredientes, podemos hacer un poco más especial la experiencia con ciertos accesorios y utensilios que marcarán la diferencia.

Aperitivos y picoteo

Para el momento del aperitivo en el que ya podemos abrir y degustar la primera copa de vino -o vermú, o cóctel-, lo más fácil es montar una selección de pequeños bocados en forma de pinchitos y brochetas, aunque sea abriendo unas cuantas latas de conserva y algo de queso. Con algo de gracia en la presentación y unos palillos decorados la complicación será mínima, y también podemos acompañar este picoteo con mini tenedores o brochetas con formas originales que sean reutilizables.

Las cazuelitas de cerámica lucen vistosas en la mesa y además podemos usarlas tanto de recipiente para servir como de mini fuente para cocinar. Los ramequines con forma de corazón de Le Creuset y su precioso color rojo cereza son una inversión para toda la vida, perfectas por ejemplo para hacer un queso al horno sin ninguna dificultad. Aunque si lo del corazón no nos convence, podemos comprar modelos más genéricos y universales, quedarán bonitos igualmente.

Que nos perdonen sin embargo los haters de los objetos con forma de corazón, porque este cascanueces de acero de Alessi es una preciosidad de diseño, en la línea de la prestigiosa firma italiana. Perfecto para acompañar los frutos secos del picoteo, que no pueden faltar si además montamos una tabla de quesos y patés y embutidos.

Hablando de tablas, una fuente de servir de madera o de pizarra, con su asa o incluso un diseño en varios pisos, nos resultará más fácil de transportar y servir, y no tendremos que andar buscando en nuestra vajilla corriente dónde demonios colocar el aperitivo. Este tipo de accesorios siempre se aprovechan en todo tipo de fiestas y nos vendrán muy bien también para un picoteo del finde en cualquier momento del año.

Si ambos en la pareja son queseros, no hay más que dudar a la hora de pensar en los entrantes. Una bonita tabla de quesos que no sea muy aparatosa, con una pequeña selección de variedades algo especial, un poco de fruta y frutos secos, y no habrá nada mejor para arrancar un menú romántico maridándolo con buen vino. Los cortadores y cuchillos son imprescindibles para cortar y servir correctamete diferentes quesos, y hay algunos realmente bonitos, como la colección de Boska con mangos de obras de arte.

Cocinando y degustando juntos

Nos gustan las comidas y cenas en casa más interactivas, en las que casi se vuelve un juego preparar el menú. En pareja es más divertido y nos ayuda a conectar más, sin tanto encorsetamiento de cena de mantel, plato, cuchillo y tenedor. Si no os decidís por elegir el menú principal, hay accesorios de cocina que ya nos inspiran para escoger el protagonista de la velada, como el clásico set de sushi. La comida japonesa sigue triunfando en San Valentín y tiene todavía ese aire de elegancia exótica especial perfecta para la ocasión.

Otro plan perfecto para parejas es montar la cena alrededor de una raclette, desplegando todos los complementos y guarniciones que más nos gusten en la mesa. No hay que complicarse con modelos aparatosos, uno compacto pensado para dos personas apenas ocupa sitio y nos permite cocinar tanto el queso como verduras, piezas de carne o marisco en la plancha superior.

Si mencionamos la raclette no podía faltar el otro clásico suizo de las cenas junto al fuego, el suculento queso derretido de la fondue. La firma Boska nos ofrece un modelo también reducido, compacto y bonito, con el que podemos simplemente introducir un queso tipo camembert que se convertirá en un dip cremosísimo y casi sensual, pero que podemos rellenar con lo que nos apetezca.

Pero si queremos vivir la experiencia de la fondue completa en su esplendor, un modelo elécrico y versátil nos dará mucho juego en otras ocasiones, espcialmente con ollas en las que podamos también cocinar fondues de carne, pescado o verduras en aceite, caldo o, ya para el postre, chocolate.

Hablando de chocolate, con una fuente estilo retro en color rojo la experiencia dulce será elevada a un nivel superior, y así podremos olvidarnos de preparar otro postre. Chocolate derretido sedoso, cayendo suavemente en cascada a través de sus tres niveles, mientras zambullimos piezas de fruta fresca, nubes, galletas o gominolas... imposible resistirse a su poder seductor, y seguro que alguien acaba metiendo el dedo.

La fuente de chocolate se puede compaginar con otro postre perfecto para estas ocasiones: el helado. Nuestros sabores favoritos, chocolate derretido, nata montada, toppings variados... el helado en pareja seduce y conquista si tenemos algo de gracia al servirlo y devorarlo, y lucirá mejor en copas bonitas con cucharas que tengan un punto romanticón. Además, podemos compartir el mismo recipiente si nos ponemos aún más románticos.

Otra opción para una agradable cena en pareja es preparar una buena fuente de crêpes que siempre tienen ese punto francés o parisino tan ligado a la parafernalia de San Valentín. Con rellenos salados o dejándolos dulces para el postre, los crêpes, filloas o incluso tortitas más estilo pancake siempre apetecen, y podemos llevárnoslos al desayuno en la cama del día siguiente.

Seguro que muchos aprovecharán el fin de semana presanvalentín a arrejuntarse en el sofá bajo una manta y compartir una maratón de series o películas; no pueden faltar las palomitas. El palomitero de Lékué para microondas nos encanta por lo facilísimo que es de utilizar, pero también podemos lucirnos un poco más con una pequeña máquina eléctrica de estilo retro que convertirá nuestro salón en un cine.

Moldes románticos

Otro buen plan romántico estupendo para invertir una tarde tranquila en casa es preparar juntos el postre; ya hemos dicho en más de una ocasión que cualquier dulce se presta a poner la guinda azucarada a una velada romántica, así que esta vez nos limitaremos a sugerir moldes y accesorios que sí, pueden pecar de cursis. Es San Valentín, es lo que hay.

Nuestro bizcocho favorito o el más simple de yogur saldrá estupendo con un molde desmontable con forma de corazón, pero si nos queremos poner más sofisticados con un pastel de relleno cremoso, por ejemplo con una mousse de chocolate y cobertura roja, necesitaremos uno especial de silicona, que se desmolde sin problemas.

Para tartas más de tipo estadounidense, como la apple pie con doble masa o con una base de masa quebrada y relleno de fruta, chocolate, etc., nada como un molde cerámico de bordes altos y gruesos. Este precioso corazón de Emile Henry nos serverá también para tartas de manzana tipo francés, tanto con base de hojaldre como convirtiéndola en una tatin, e incluso podemos usarlo para versiones saladas como una quiche.

Los amantes de la repostería americana tienen en las marcas Wilton y Nordic Ware todo un catálogo de moldes y accesorios para dar rienda suelta a su lado pastelero, y los modelos con formas de corazón no son pocos. Nos gusta el diseño del set especial para hacer una tarta rellena que oculta un corazón de otro color, muy fácil de hacer, o el molde dividido en pequeños corazones en el que podemos incluso un brownie o muffins románticos.

Los que prefieran pringarse un poco derritiendo chocolate ("con erótico resultado"), el clásico molde para hacer bombones con forma de corazón puede dar también juego en navidad y otras épocas del año, y se puede usar también para hacer cubitos románticos, gelatinas y gominolas caseras. etc.

Para brindar

San Valentín es una buena ocasión para permitirse abrir una botella más especial de vino o preparar algún que otro cóctel casero, como un marrgarita, una piña colada, un dry martini o un sugerente sex on the beach. Además, por menos de 30 euros podemos conseguir muy buenos vinos sin que sufra demasiado el bolsillo.

Pero sí puede ser el momento de invertir en algunos accesorios que no estropeen esa botella más especial en las ocasiones que lo merecen, como un juego de sacacorchos eléctrico, cortacápsulas, vertedores y tapones de vacío, para conservar la botella abierta sin que se estropee unos días o incluso decantarlo, cuando haga falta.

Los mencionados cócteles serán más fáciles de preparar -y más divertidos- con un conjunto de coctelera y accesorios afines. Nos gusta un modelo de los que incluye su soporte de madera para tenerlo todo bien recogido y ordenado; no solo evitaremos perder las piezas, además lucirá de lujo en una vitrina o estantería, y podremos reutilizarlo muchas veces también para bebidas sin alcohol.

Si de lo que adolece nuestra vajilla es de copas decentes, puede ser la ocasión perfecta para invertir en algún modelo algo más especial, pensando más para el consumo en pareja y sin tener que complicarnos con cristelerías de piezas infinitas. Por ejemplo, la marca Lolita tiene un buen surtido de diseños de copas de vino la mar de originales y muy llamativas, casi obras de arte en sí mismas, de las que nos ha enamorado la libélula con motivos vegetales.

Un par de copas de flauta, si bien no son la opción más recomendada por los expertos para degustar los espumosos, son muy elegantes, bonitas y fáciles de guardar. Una pareja de diseño estilizado y cristal de calidad, con pequeños detalles como el de este dúo con corazones rojos, es perfecta para San Valentín, sin resultar excesivamente cargante.

En cuanto a copas de cóctel, pese a que cada bebida pide un diseño concreto, apostamos por la clásica de martini en un modelo algo más especial, pues da juego para diferetes bebidas y también postres.

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